Sabiduría, 17
6. La única cosa que podìan ver erda un fuego terrible que no se extinguía ; y cuando esa visión había ya desaparecido, en su terror exageraban todavía lo que acababan de ver.
6. La única cosa que podìan ver erda un fuego terrible que no se extinguía ; y cuando esa visión había ya desaparecido, en su terror exageraban todavía lo que acababan de ver.
“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina