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  • y se despidió de ellos con estas palabras: «Si Dios quiere, volveré de nuevo por aquí.» Y se fue de Efeso por mar. (Hecho de los Apóstoles 18, 21)

  • Estos hombres que han traído aquí no han profanado el templo, ni han insultado a nuestra diosa. (Hecho de los Apóstoles 19, 37)

  • Aquí encontramos a los discípulos y nos detuvimos siete días. Advertían a Pablo con mensajes proféticos que no subiera a Jerusalén; (Hecho de los Apóstoles 21, 4)

  • Aquella misma noche el Señor se acercó a Pablo y le dijo: «¡Animo! Así como has dado testimonio de mí aquí en Jerusalén, tendrás que darlo también en Roma.» (Hecho de los Apóstoles 23, 11)

  • Todo empezó por causa de unos judíos de Asia que hoy deberían estar aquí para acusarme, si es que tienen algo contra mí. (Hecho de los Apóstoles 24, 19)

  • Que los aquí presentes digan qué crimen hallaron en mí cuando comparecí ante el Sanedrín, (Hecho de los Apóstoles 24, 20)

  • Permanecieron allí algún tiempo, y Festo expuso al rey el caso de Pablo, diciéndole: «Tenemos aquí a un hombre que Félix dejó preso. (Hecho de los Apóstoles 25, 14)

  • y dijo: «Rey Agripa, y todos los presentes: aquí tienen al hombre contra quien toda la comunidad de los judíos ha venido a reclamarme, tanto en Jerusalén como aquí, pidiendo a gritos que no lo dejara con vida. (Hecho de los Apóstoles 25, 24)

  • Pero todavía no tengo nada seguro para escribir a nuestro soberano respecto a él, y por eso lo presento aquí ante ustedes, y especialmente ante ti, rey Agripa, para que pueda escribir algo cuando se esclarezcan un poco más las cosas. (Hecho de los Apóstoles 25, 26)

  • Y si ahora soy aquí procesado, es por esperar la promesa hecha por Dios a nuestros padres; (Hecho de los Apóstoles 26, 6)

  • Aquí hay una figura, y reconocemos dos alianzas. La primera, la del monte Sinaí, es Agar, que da a luz a esclavos. (Carta a los Gálatas 4, 24)

  • Estos últimos se dan cuenta de que estoy aquí para defender el Evangelio, y los inspira el amor. (Carta a los Filipenses 1, 16)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina