Encontrados 1393 resultados para: Dan
Aquí yo cuidaré de ti, y nada te faltará a ti, a tu familia, ni a cuantos dependen de ti, durante estos cinco años de hambre que aún quedan. (Génesis 45, 11)
Estos son los hijos que Lía había dado a Jacob en Padán-Aram, además de su hija Dina. El total entre hijos e hijas era de treinta y tres personas. (Génesis 46, 15)
Los hijos de Dan: Husim. (Génesis 46, 23)
Cuando s acabó la plata de Egipto y de Canaán, todos los egipcios comenzaron a llegar donde José para decirle: «Danos pan, ¿acaso nos vas a dejar morir porque se nos terminó el dinero?» (Génesis 47, 15)
Al año siguiente volvieron donde él diciendo: «No podemos ocultar a nuestro señor que se nos ha terminado el dinero, y que los ganados ya son todos suyos. Tan sólo nos quedan nuestros cuerpos y nuestras tierras. (Génesis 47, 18)
Tú no puedes vernos morir a nosotros y nuestras tierras; compranos, pues, a nosotros y nuestras tierras, a cambio de pan, y seremos nosotros y nuestras tierras propiedad de Faraón. Danos trigo para que no muramos; así viviremos y nuestra tierra no quedará desolada.» (Génesis 47, 19)
También debes saber que cuando yo regresaba de Padán, tu madre Raquel se me murió en el camino, en el país de Canaán, poco antes de llegar a Efratá, y la enterré allí, (en el camino de Efrat, que es Belén).» (Génesis 48, 7)
Colocó José a Efraím a su derecha, quedando a la izquierda de Israel, y a Manasés a su izquierda, quedando a la derecha de su padre, y los acercó a él. (Génesis 48, 13)
Dan juzgará a su pueblo como una más de las tribus de Israel. (Génesis 49, 16)
Estas son las tribus de Israel, doce en total, y esto fue lo que les dijo su padre cuando los bendijo, dando a cada uno la bendición que le correspondía. (Génesis 49, 28)
Al llegar a Gorén-Atad, que está al otro lado del Jordán, celebraron unos funerales muy grandes y solemnes; estos funerales que José celebró por su padre duraron siete días. (Génesis 50, 10)
Los cananeos que vivían allí, al ver los funerales que se hacían en Gorén-Atad, se dijeron: «Estos son unos funerales muy solemnes de los egipcios.» Por eso aquel lugar se llamó Abel-Misraim (o sea, duelo de los egipcios) y está al otro lado del Jordán. (Génesis 50, 11)