Encontrados 396 resultados para: Diez Mandamientos

  • Les dio mandamientos con respecto a su prójimo, diciéndoles: "Eviten cualquier injusticia". (Sirácides (Eclesiástico) 17, 14)

  • Así los demás sabrán que lo único que vale es el temor del Señor, y que nada es más dulce que cumplir sus mandamientos. (Sirácides (Eclesiástico) 23, 27)

  • Acuérdate de tu fin y déjate de odiar; piensa en la muerte, en la descomposición, y observa los mandamientos. (Sirácides (Eclesiástico) 28, 6)

  • Acuérdate de los mandamientos y no tengas rencor a tu prójimo; piensa en la alianza del Altísimo, y olvida la ofensa. (Sirácides (Eclesiástico) 28, 7)

  • El que sabe de compasión presta a su prójimo, el que acude en su ayuda observa los mandamientos. (Sirácides (Eclesiástico) 29, 1)

  • Invierte tu tesoro siguiendo los mandamientos del Altísimo, esto te será más útil que el oro. (Sirácides (Eclesiástico) 29, 11)

  • En todo lo que hagas, actúa según tu conciencia: así observarás los mandamientos. (Sirácides (Eclesiástico) 32, 23)

  • El que confía en la Ley pone atención en los mandamientos; el que obedece al Señor no sufrirá daño alguno. (Sirácides (Eclesiástico) 32, 24)

  • El que observa la Ley hace más que multiplicar las ofrendas; apegarse a los mandamientos es ofrecer un sacrificio de comunión. (Sirácides (Eclesiástico) 35, 1)

  • Busca más bien la compañía de un verdadero creyente, que tú sepas que es respetuoso de los mandamientos, cuya alma está cerca de la tuya y que compartirá tu sufrimiento si tú fracasas. (Sirácides (Eclesiástico) 37, 12)

  • El Señor la decretó para todo ser viviente: ¿rehusarás algo que le pareció bueno al Altísimo? Ya sea que hayas vivido diez, cien o mil años, a nadie le importarará eso en la Morada de abajo. (Sirácides (Eclesiástico) 41, 4)

  • por su sola palabra se multiplicaban los prodigios. El Señor lo glorificó en presencia de los reyes, le dio mandamientos para su pueblo y le dejó ver un reflejo de su gloria. (Sirácides (Eclesiástico) 45, 3)


“O amor nada mais é do que o brilho de Deus nos homens”. São Padre Pio de Pietrelcina