Encontrados 258 resultados para: José

  • Y dijo Israel a José: «Ahora ya puedo morir, porque he visto tu rostro y porque vives todavía.» (Génesis 46, 30)

  • Después dijo José a sus hermanos y a toda la familia de su padre: «Voy ahora mismo a anunciar a Faraón que mis hermanos y la familia de mi padre, que vivían en tierra de Canaán, acaban de llegar. (Génesis 46, 31)

  • Llegó, pues, José donde estaba el Faraón con la noticia de que su padre y sus hermanos habían llegado de Canaán con sus rebaños, vacas y demás pertenencias, y que se encontraban en la tierra de Gosén. (Génesis 47, 1)

  • Entonces Faraón dijo a José: 6b, «Que vivan en el país de Gosén, y si sabes que entre ellos hay hombres capacitados, ponlos como pastores principales de mis ganados.» (Génesis 47, 5)

  • Faraón, rey de Egipto supo que Jacob y sus hijos se habían presentado a José en Egipto. Entonces dijo a José: «Tu padre y tus hermanos han venido a ti. (Génesis 47, 5)

  • José trajo después a su padre Jacob y se lo presentó a Faraón. Después que Jacob lo saludó, (Génesis 47, 7)

  • Y José proveyó lo necesario para vivir a su padre, a sus hermanos y a toda la familia de su padre, teniendo en cuenta el número de sus dependientes. (Génesis 47, 12)

  • Entonces José acaparó toda la plata que había en la tierra de Egipto y de Canaán, a cambio del trigo que compraban, y llevó toda esa plata al palacio de Faraón. (Génesis 47, 14)

  • Cuando s acabó la plata de Egipto y de Canaán, todos los egipcios comenzaron a llegar donde José para decirle: «Danos pan, ¿acaso nos vas a dejar morir porque se nos terminó el dinero?» (Génesis 47, 15)

  • José les respondió: «Si no tienen más dinero, denme sus ganados y yo en cambio les daré pan.» (Génesis 47, 16)

  • Trajeron su ganado a José, y José les dio pan a cambio de sus caballos, ovejas, vacas y burros. De esta manera los abasteció de pan durante ese año a cambio de todos sus ganados. (Génesis 47, 17)

  • De este modo José adquirió para Faraón toda la tierra de Egipto, pues los egipcios tuvieron que vender sus campos, ya que el hambre los apretaba, y la tierra pasó a ser toda de Faraón. (Génesis 47, 20)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina