Encontrados 258 resultados para: José

  • Entonces José dijo al pueblo: «Ya ven que los he comprado a ustedes y sus tierras para Faraón. Aquí tienen semillas: siembren la tierra. (Génesis 47, 23)

  • Así José impuso como ley, que la quinta parte de los productos de la tierra de Egipto debe ser entregada a Faraón, y esa norma perdura hasta el día de hoy. Sólo las tierras de los sacerdotes no pasaron a poder de Faraón. (Génesis 47, 26)

  • Y cuando los días de su vida se acercaron a su fin, llamó a su hijo José y le dijo: «Si me aprecias de veras, te ruego que coloques tu mano bajo mi muslo, y me prometas que no me sepultarás en Egipto; en esto reconoceré tu amor y fidelidad. (Génesis 47, 29)

  • Cuando me haya ido a descansar con mis padres, sácame de Egipto y entiérrame en la tumba de ellos.» José respondió: «Lo haré tal como lo pides.» Insistió Jacob: «¡Júramelo!» Y José se lo juró. (Génesis 47, 30)

  • Algún tiempo después, avisaron a José de que su padre estaba enfermo. Tomó entonces con él a sus dos hijos, Manasés y Efraím, (Génesis 48, 1)

  • e hizo anunciar a su padre: «Mira, tu hijo José ha venido a verte.» Israel, haciendo un esfuerzo, se sentó en la cama. (Génesis 48, 2)

  • Dijo Jacob a José: «El Dios de las Alturas se me apareció en Luz, en el país de Canaán, y me bendijo diciendo: (Génesis 48, 3)

  • Al ver Israel a los dos hijos de José, le preguntó: «¿Quiénes son éstos?» (Génesis 48, 8)

  • José le respondió: «Estos son mis hijos, los que Dios me ha dado aquí.» Y le dijo: «Acércalos, por favor, y los bendeciré.» (Génesis 48, 9)

  • Israel tenía los ojos debilitados por la vejez y no podía ver. Cuando José se los acercó, él los abrazó y los besó. (Génesis 48, 10)

  • Israel dijo a José: « Nunca pensé que volvería a verte, y ahora Dios me concede ver incluso a tus descendientes.» (Génesis 48, 11)

  • José retiró a los hijos de entre las rodillas de su padre y se postró delante de su padre hasta tocar el suelo con la cara. (Génesis 48, 12)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina