Encontrados 228 resultados para: carne

  • ¿No ha hecho Dios, de ambos, un solo ser que tiene carne y respira? Y este ser único, ¿qué busca sino una familia dada por Dios? No traiciones, pues, a la mujer de tu juventud. (Malaquías 2, 15)

  • Jesús le replicó: «Feliz eres, Simón Barjona, porque esto no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos. (Evangelio según San Mateo 16, 17)

  • y dijo: El hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá con su mujer, y serán los dos una sola carne? (Evangelio según San Mateo 19, 5)

  • De manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre.» (Evangelio según San Mateo 19, 6)

  • Estén despiertos y recen para que no caigan en la tentación. El espíritu es animoso, pero la carne es débil.» (Evangelio según San Mateo 26, 41)

  • y serán los dos una sola carne. De manera que ya no son dos, sino uno solo. (Evangelio según San Marcos 10, 8)

  • Estén despiertos y oren para no caer en la tentación; pues el espíritu es animoso, pero la carne, débil.» (Evangelio según San Marcos 14, 38)

  • Miren mis manos y mis pies: soy yo. Tóquenme y fíjense bien que un espíritu no tiene carne ni huesos como ustedes ven que yo tengo.» (Evangelio según San Lucas 24, 39)

  • han nacido, no de sangre alguna ni por ley de la carne, ni por voluntad de hombre, sino que han nacido de Dios. (Evangelio según San Juan 1, 13)

  • Y la Palabra se hizo carne, puso su tienda entre nosotros, y hemos visto su Gloria: la Gloria que recibe del Padre el Hijo único, en él todo era don amoroso y verdad. (Evangelio según San Juan 1, 14)

  • Lo que nace de la carne es carne, y lo que nace del Espíritu es espíritu. (Evangelio según San Juan 3, 6)

  • Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá para siempre. El pan que yo daré es mi carne, y lo daré para la vida del mundo.» (Evangelio según San Juan 6, 51)


“Que Jesus o aperte sempre mais ao Seu divino coração. Que Ele o alivie no sofrimento e lhe dê o abraço final no Paraíso.” São Padre Pio de Pietrelcina