Encontrados 154 resultados para: casas

  • Entonces congregó Salomón en Jerusalén a todos los jefes de Israel, a todos los jefes de las tribus y a los principales de las casas paternas de los hijos de Israel, para hacer subir el Arca de la Alianza de Yavé desde la ciudad de David, que es Sión. (2 Crónicas 5, 2)

  • Esta es la lista por sus casas paternas: Por la tribu de Judá: Adua mandaba los jefes de millares; trescientos mil hombres valientes estaban a su cargo. (2 Crónicas 17, 14)

  • Y Amasías separó los destacamentos que le habían venido de Efraím, para que se volvieran a sus lugares. Ellos se enojaron mucho contra Judá y se volvieron a sus casas enfurecidos. (2 Crónicas 25, 10)

  • Los sacerdotes estaban inscritos en las genealogías, conforme a sus casas paternas, igual que los levitas, desde los veinte años en adelante, según sus obligaciones y sus clases. (2 Crónicas 31, 17)

  • Estén preparados según las casas paternas y las clases de ustedes conforme a lo escrito por David, rey de Israel, y lo escrito por su hijo Salomón. (2 Crónicas 35, 4)

  • Ocupen el sitio que les corresponde en el santuario según los grupos de sus casas paternas y el orden establecido en la tribu de Leví para estar a disposición de sus hermanos, la gente del pueblo. (2 Crónicas 35, 5)

  • Apartaban lo destinado al holocausto para darlo al pueblo, repartido según las secciones de sus casas paternas, a fin de que lo ofrecieran a Yavé conforme a lo escrito en el Libro de Moisés. Lo mismo se hizo con los bueyes. (2 Crónicas 35, 12)

  • A continuación de ellos, Benjamín y Jasub repararon frente a sus casas. Después, Azarías, hijo de Maasías, hijo de Ananías, reparó junto a su casa. (Nehemías 3, 23)

  • Tenían miedo, pero me levanté y dije a los notables, a los consejeros y al resto del pueblo: «Acuérdense del Señor, grande y formidable, y peleen por sus hermanos, hijos e hijas, por sus mujeres y sus casas.» (Nehemías 4, 8)

  • Otros gritaban: «Nosotros tuvimos que empeñar nuestros campos, viñas y casas para conseguir grano en esta escasez.» (Nehemías 5, 3)

  • Luego les dije: «Se abrirán las puertas de Jerusalén sólo cuando el sol comience a calentar; y cuando todavía sea de día se cerrarán con cerrojos, mientras los guardias estén en sus puestos. Y durante la noche los habitantes de Jerusalén montarán la guardia, unos en sus puestos, y otros, delante de sus casas.» (Nehemías 7, 3)

  • La ciudad era espaciosa y grande,pero tenía pocos habitantes y muchas casas no se reconstruían. (Nehemías 7, 4)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina