Encontrados 27 resultados para: compartir

  • y dijo a Abrahán: «Despide a esa esclava y a su hijo, pues el hijo de esa esclava no debe compartir la herencia con mi hijo, con Isaac.» (Génesis 21, 10)

  • Jetró, suegro de Moisés, ofreció un sacrificio y presentó a Dios ofrendas. Vinieron entonces Aarón y todos los jefes de Israel para compartir una comida con el suegro de Moisés en la presencia de Dios. (Exodo 18, 12)

  • Se contaron en total en la tribu de Leví veintitrés mil varones de un mes para arriba. No fueron alistados con los demás hijos de Israel, pues no debían compartir con ellos la herencia. (Números 26, 62)

  • negándose a compartir con ellos la carne de los hijos que se estará comiendo, porque nada le quedará durante el asedio y la angustia a que tu enemigo te reducirá en todas tus ciudades. (Deuteronomio 28, 55)

  • Quiero compartir tu tienda para siempre, cobijarme en el repliegue de tus alas. (Salmos 61, 5)

  • Vale por mil un día en tus atrios, y prefiero quedarme en el umbral, delante de la casa de mi Dios antes que compartir la casa del malvado. (Salmos 84, 11)

  • Judas Macabeo, sin embargo, y con él otros diez, se habían retirado al desierto, aceptando compartir la vida de los animales salvajes. Allí se alimentaban con puras legumbres, pues no querían comer carnes impuras. (2 Macabeos 5, 27)

  • Más vale vivir en un rincón del granero que compartir su casa con una mujer peleadora. (Proverbios 21, 9)

  • El hombre compasivo será bendito: supo compartir su pan con el pobre. (Proverbios 22, 9)

  • Más vale quedarse en un rincón del granero que compartir su casa con una mujer peleadora. (Proverbios 25, 24)

  • Hay amigos que lo son para compartir tu mesa, pero que no lo serán cuando vayan mal tus negocios. (Sirácides (Eclesiástico) 6, 10)

  • Entonces, Jeremías salió de Jerusalén y se dirigió a su pueblo, en las tierras de Benjamín, para compartir con los suyos una herencia. (Jeremías 37, 12)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina