Encontrados 380 resultados para: derrota de los enemigos

  • Después de esta derrota los filisteos no se atrevieron a invadir más el territorio de Israel. Así la mano de Yavé se hizo sentir contra los filisteos mientras vivió Samuel: (1 Samuel 7, 13)

  • Entonces Samuel tomó la alcuza de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl y después lo besó diciendo: «Yavé es quien te ha ungido como jefe de Israel. Tú dirigirás al pueblo de Yavé y lo librarás de los enemigos que lo rodean. Y ésta será para ti la señal de que el mismo Yavé te ha ungido. (1 Samuel 10, 1)

  • Pero después clamaron a Yavé y reconocieron: Hemos pecado, porque te abandonamos a ti, Señor, y servimos a los baales y a las astartés. Pero ahora, líbranos de las manos de nuestros enemigos y te serviremos. (1 Samuel 12, 10)

  • Entonces Yavé envió a Jerubaal, a Barac, a Jefté y a Samuel y los libró del cerco de sus enemigos y vivieron seguros. (1 Samuel 12, 11)

  • Pero Saúl había hecho este juramento ante el pueblo (lo que fue un gran error de Saúl): «Maldito sea el hombre que coma algo antes de la noche, antes que me haya vengado de mis enemigos.» Y nadie del pueblo había comido, sino que todos ayunaban. (1 Samuel 14, 24)

  • Entonces, si la gente hubiera comido hoy de lo que encontró en el botín de sus enemigos, ¿no hubiera sido mayor la derrota de los filisteos?» (1 Samuel 14, 30)

  • Cuando Saúl se sintió seguro en el trono de Israel, comenzó a combatir con todos los enemigos que tenía a la redonda: con Moab, los amonitas, Edom, Bet-Rejob, los reyes de Sobá y los filisteos; y en cualquier parte que peleaba resultaba vencedor. (1 Samuel 14, 47)

  • y éste le mandó a decir: «El rey no quiere dote para su hija, sino que quiere los prepucios de cien incircuncisos filisteos, para vengarse así de sus enemigos.» Pero la intención de Saúl era hacer caer a David en manos de los filisteos. (1 Samuel 18, 25)

  • ten siempre compasión y trata con bondad a mi familia, aun cuando Yavé arranque de la faz de la tierra a tus enemigos, haciendo justicia de ellos.» (1 Samuel 20, 15)

  • Y ahora, por Yavé y por tu vida, es Yavé quien te ha impedido derramar sangre y hacerte justicia por tu propia mano. Que a tus enemigos y a los que te odian les pase como a Nabal. (1 Samuel 25, 26)

  • Si alguna vez se levanta un hombre para perseguirte y atentar contra tu vida, tu alma será guardada en el saco de la vida, al lado de Yavé Dios, mientras que el alma de tus enemigos será echada en el cuero de la honda. (1 Samuel 25, 29)

  • David dijo a Aquís: «¿Qué he hecho yo y qué has visto en mí desde el día en que me puse a tu servicio hasta hoy? ¿Por qué no puedo ir a luchar contigo contra tus enemigos?» (1 Samuel 29, 8)


“Se tanta atenção é dada aos bens desta Terra, quanto mais se deve dar aos do Céu? Faça, portanto, uma boa leitura espiritual, a santa meditação, o exame de consciência, e fará progresso na perfeição cristã e no amor de Jesus.” São Padre Pio de Pietrelcina