Encontrados 416 resultados para: derrota de los reyes amorreos

  • Después de esta derrota los filisteos no se atrevieron a invadir más el territorio de Israel. Así la mano de Yavé se hizo sentir contra los filisteos mientras vivió Samuel: (1 Samuel 7, 13)

  • las ciudades que habían tomado a los israelitas fueron devueltas a Israel, desde Acarón hasta Gat; Israel liberó su territorio del dominio de los filisteos. También hubo paz entre Israel y los amorreos. (1 Samuel 7, 14)

  • y le dijeron: «Tú ya estás viejo y tus hijos no siguen tus ejemplos. Pues bien, danos un rey para que nos gobierne, como hacen los reyes en todos los países.» (1 Samuel 8, 5)

  • y dijo a los hijos de Israel: «Esto dice Yavé: Yo saqué a Israel de Egipto y los libré de las manos de los egipcios y de los reyes que los tenían oprimidos. (1 Samuel 10, 18)

  • Samuel dio a conocer al pueblo los derechos y deberes de los reyes y los escribió en un libro que guardó delante de Yavé. (1 Samuel 10, 25)

  • Entonces, si la gente hubiera comido hoy de lo que encontró en el botín de sus enemigos, ¿no hubiera sido mayor la derrota de los filisteos?» (1 Samuel 14, 30)

  • Cuando Saúl se sintió seguro en el trono de Israel, comenzó a combatir con todos los enemigos que tenía a la redonda: con Moab, los amonitas, Edom, Bet-Rejob, los reyes de Sobá y los filisteos; y en cualquier parte que peleaba resultaba vencedor. (1 Samuel 14, 47)

  • Aquel mismo día, Aquís le dio Siquelag; por esto la ciudad de Siquelag pertenece hasta el día de hoy a los reyes de Judá. (1 Samuel 27, 6)

  • Todos estos reyes que seguían a Hadade zer hicieron la paz con los israelitas a conse cuencia de su derrota y quedaron sometidos. Y, en adelante, los arameos no se atrevieron ya más a venir en ayuda de los amonitas. (2 Samuel 10, 19)

  • Al año siguiente, en el tiempo en que los reyes sa len a campaña, David mandó a Joab con la guardia y todo el ejército. Derro taron a los amonitas y sitiaron la ciudad de Rabbá, mientras que él se quedó en Jerusalén. (2 Samuel 11, 1)

  • dijo a todos sus servidores que estaban con él en Jerusalén: «Huyamos luego, porque no podemos resistir a Absalón. Salgamos sin demora, no sea que nos ataque de repente, nos inflija una derrota y pase la ciudad a cuchillo.» (2 Samuel 15, 14)

  • Los de Israel fueron derrotados por los seguidores de David; fue una gran derrota en que murieron veinte mil hombres. (2 Samuel 18, 7)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina