Encontrados 49 resultados para: doble

  • Al contrario, deberá reconocer como primogénito al hijo de la mujer menos amada y darle una parte doble de toda su herencia. Al que engendró primero, a éste le correspoonden los derechos de primogénito. (Deuteronomio 21, 17)

  • Pero a Ana le dio una porción doble, pues era su preferida, a pesar de que Yavé la había hecho estéril. (1 Samuel 1, 5)

  • Eliseo contestó: «Escuchen esta palabra de Yavé: Mañana a esta hora, en la entrada de Samaria, la medida de flor de harina se comprará por una moneda de plata, y la doble medida de cebada por una moneda de plata también.» (2 Reyes 7, 1)

  • Entonces salió el pueblo y saquearon el campamento de los arameos. La medida de harina se vendió en una moneda de plata, y la doble medida de cebada también se vendió por una moneda, como lo había dicho Eliseo. (2 Reyes 7, 16)

  • Los hijos de Sedecías fueron degollados a su vista, y a él le sacó los ojos, encandenándolo con una doble cadena de bronce para llevarlo a Babilonia. (2 Reyes 25, 7)

  • ¿Quién encerró con doble puerta el mar cuando salía borbotando del seno materno, (Job 38, 8)

  • Yavé hizo que la nueva situación de Job superara la anterior, porque había intercedido por sus amigos y aun Yavé aumentó al doble todos los bienes de Job. (Job 42, 10)

  • Amen al Señor todos sus fieles, pues él guarda a los que le son leales, pero les devolverá el doble a los soberbios. (Salmos 31, 24)

  • Pero el fin será más amargo que el ajenjo; es una espada afilada de doble filo. (Proverbios 5, 4)

  • ¡Peso doble y medida doble: dos cosas que aborrece Yavé! (Proverbios 20, 10)

  • ¿De quién son los "ayes"? ¿De quién son los lamentos? ¿De quiénes las peleas y las quejas? ¿De quiénes los golpes sin motivos y los ojos que ven doble? (Proverbios 23, 29)

  • Cuando se acordaban de todo lo que les había pasado, sentían una pena doble. (Sabiduría 11, 12)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina