Encontrados 475 resultados para: hacía

  • Tomaron, pues, cenizas de un horno, se presentaron a Faraón, y Moisés las lanzó hacia el cielo. Luego aparecieron úlceras y tumores infecciosos en hombres y animales. (Exodo 9, 10)

  • Yavé, pues, dijo a Moisés: «Extiende tu mano hacia el cielo, para que caiga el granizo en toda la tierra de Egipto sobre hombres, ganados y sembrados.» (Exodo 9, 22)

  • Así lo hizo Moisés. Extendió su bastón hacia el cielo, y Yavé mandó truenos y granizos, e hizo caer fuego sobre la tierra. Yavé hizo llover granizos sobre el país de Egipto. (Exodo 9, 23)

  • Moisés le respondió: «En cuanto salga de tu presencia extenderé mis manos hacia Yavé, y cesarán los truenos y no caerá más granizo; con eso comprenderás que Yavé es dueño de la tierra. (Exodo 9, 29)

  • En cuanto Moisés entró en la ciudad, volviendo de la casa de Faraón, alzó sus brazos hacia Yavé; y cesaron los truenos y el granizo y no cayó más lluvia sobre la tierra. (Exodo 9, 33)

  • Yavé dijo a Moisés: «Extiende tu mano hacia el cielo cubrirán las tinieblas el país de Egipto,tan densas que la gente caminará a tientas.» (Exodo 10, 21)

  • Por eso los llevó rodeando por el camino del desierto hacia el mar Rojo. Todo el pueblo salió de Egipto bien ordenado. (Exodo 13, 18)

  • Y mientras Aarón hablaba al pueblo, miraron hacia el desierto: la Gloria de Yavé se apareció en medio de la nube. (Exodo 16, 10)

  • Luego Moisés despidió a su suegro y lo encaminó hacia su tierra. (Exodo 18, 27)

  • y Moisés subió hacia Dios. Yavé lo llamó del cerro y le dijo: «Esto es lo que dirás a los hijos de Jacob, lo que explicarás a los hijos de Israel: (Exodo 19, 3)

  • Ustedes han visto cómo he tratado a los egipcios y que a ustedes los he llevado sobre las alas del águila para traerlos hacia mí. (Exodo 19, 4)

  • Y Yavé prosiguió: «Anda, baja del cerro y sube luego con Aarón; pero que los sacerdotes y el pueblo no intenten traspasar el límite para subir hacia Yavé, no sea que él los deje tendidos en el suelo.» (Exodo 19, 24)


“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina