Encontrados 456 resultados para: historia de esau y jacob

  • «Un resto volverá», un resto de Jacob se volverá hacia el Dios fuerte. (Isaías 10, 21)

  • Sí, Yavé se compadecerá de Jacob, dará su preferencia a Israel y volverá a instalarlo en su patria. El extranjero seguirá también sus pasos y se juntará a los de la familia de Jacob. (Isaías 14, 1)

  • La fama de Jacob perderá su brillo y enflaquecerá su cuerpo. Como el segador toma un manojo de trigo y corta con su mano las espigas; (Isaías 17, 4)

  • En los días que vienen le saldrán brotes a Jacob, Israel dará brotes y florecerá, y sus frutos llenarán el mundo entero. (Isaías 27, 6)

  • Ahora bien, así es como será pagada la falta de Jacob, como será expiado su pecado: tendrá que hacer pedazos sus altares y moler sus piedras como se hace polvo la piedra de cal, y no levantar más postes sagrados o monumentos de piedra en honor al sol. (Isaías 27, 9)

  • Por todo esto, así lo declara Yavé, Dios de la familia de Jacob, él, que rescató a Abraham: «En adelante, Jacob ya no será defraudado ni tendrá por qué verse pálido, (Isaías 29, 22)

  • pues, al ver a sus hijos de vuelta a su casa -gracias a mí- se pondrá a alabar mi Nombre.» Festejarán al Santo de Jacob y temerán al Dios de Israel. (Isaías 29, 23)

  • ¿Por qué dices tú, Jacob, y lo repites tú, Israel: «Yavé no me mira, mi Dios no se preocupa por mis derechos»? (Isaías 40, 27)

  • Pero tú, Israel, eres mi siervo. Tú eres mi elegido, pueblo de Jacob, raza de Abraham, mi amigo, (Isaías 41, 8)

  • No temas, raza de Jacob, más indefensa que un gusano. Yo soy tu socorro, dice Yavé, el Santo de Israel es el que te rescata. (Isaías 41, 14)

  • Presenten sus argumentos, dice Yavé, hablen por su defensa, dice el rey de Jacob. (Isaías 41, 21)

  • ¿Quién permitió que asaltaran a Jacob, o le robaran a Israel? ¿No fue Yavé, contra quien pecamos? Pues no quisieron seguir sus caminos y despreciaron sus mandamientos. (Isaías 42, 24)


“Todas as pessoas que escolhem a melhor parte (viver em Cristo) devem passar pelas dores de Cristo; algumas mais, algumas menos…” São Padre Pio de Pietrelcina