Encontrados 456 resultados para: historia de esau y jacob

  • Y ahora, así te habla Yavé, que te ha creado, Jacob, o que te ha formado, Israel. No temas, porque yo te he rescatado; te he llamado por tu nombre, tú eres mío. (Isaías 43, 1)

  • Tú, Jacob, no me has invocado, más bien, te habías cansado de mí. (Isaías 43, 22)

  • por eso dejé botados a los jefes de mi santuario, exterminé a los hijos de Jacob y quise que mi pueblo fuera despreciado. (Isaías 43, 28)

  • Pero ahora, escucha, Jacob, siervo mío, hijos de Israel, a quienes yo elegí: (Isaías 44, 1)

  • Así habla Yavé, el que te hizo, tu socorro, el que te formó desde el seno materno: No teman, hijos de Jacob, mi servidor, Israel a quien yo elegí. (Isaías 44, 2)

  • Uno dirá: Yo soy de Yavé, otro llevará el nombre de Jacob,un tercero escribirá en su mano: «De Yavé», y tendrá como apellido el nombre de Israel. (Isaías 44, 5)

  • Jacob, acuérdate de estas cosas pues tú eres mi servidor, Israel. Yo hice de ti mi servidor, Israel ¡no me olvides! (Isaías 44, 21)

  • Cielos, griten de alegría, porque Yavé lo ha hecho, y retumben, profundidades de la tierra; cerros y bosques con sus árboles, salten de contento, pues Yavé ha rescatado a Jacob y ha demostrado su poder en Israel. (Isaías 44, 23)

  • Por amor a mi servidor Jacob, a Israel, mi elegido, te he llamado por tu nombre y te he lanzado sin que tú me conocieras. (Isaías 45, 4)

  • asimismo no he hablado en secreto, - en algún rincón oscuro; y no he dicho a la raza de Jacob: "Búsquenme, pero todo será confusión", - pues yo, Yavé, digo lo que es justo y hablo sin rodeos. (Isaías 45, 19)

  • «Escúchenme, gente de Jacob, todos los que sobreviven de Israel: a los que crié desde su nacimiento y de los que me hice cargo desde el seno materno. (Isaías 46, 3)

  • Escuchen esto, familia de Jacob, ustedes que llevan el nombre de israel y que son hijos de su padre Judá. Ustedes que juran por el nombre de Yavé e invocan al Dios de Israel, pero con mala fe y sin sinceridad. (Isaías 48, 1)


“Que Jesus o mergulhe no esplendor da Sua imortal juventude.” São Padre Pio de Pietrelcina