Encontrados 232 resultados para: muertos
¡Quién pudiera cambiar mi cabeza en una vertiente y que de mis ojos brotara un arroyo de lágrimas, para así llorar, día y noche, los muertos de la hija de mi pueblo! (Jeremías 8, 23)
Yavé dice: «Por eso les pediré cuentas. Sus jóvenes serán muertos a espada; sus hijos y sus hijas perecerán de hambre. (Jeremías 11, 22)
En ese país morirán grandes y chicos, sin que los sepulten ni los lloren. En este país ya no se harán cortes en el cuerpo, ni se cortarán el pelo en homenaje a los muertos. (Jeremías 16, 6)
¡Entrega, pues, sus hijos al hambre, déjalos a merced de la espada! Que sus mujeres se queden sin hijos ni maridos. ¡Que sus esposos sean muertos por la peste y sus jóvenes atravesados por la espada en la guerra! (Jeremías 18, 21)
Porque así dice Yavé: «Yo te entregaré al terror, junto con tus amigos, los cuales serán muertos por sus enemigos ante tus propios ojos. (Jeremías 20, 4)
Entregaré a toda la gente de Judá en manos del rey de Babilonia para que sean llevados a esa ciudad o muertos a espada. Entregaré a los enemigos las riquezas de Jerusalén, tanto sus reservas como sus cosas preciosas, y los tesoros de los reyes de Judá. Los enemigos saquearán y tomarán todo, llevándoselo a Babilonia. (Jeremías 20, 5)
Y todo el valle de los muertos y de la ceniza, y los campos que limitan con el torrente de Cedrón hasta la esquina de la Puerta de los Caballos, al este, serán consagrados a Yavé. ¡Ya no volverán a ser destruidos ni declarados malditos! (Jeremías 31, 40)
Pues bien, ya se acercaron los días en que voy a castigar a los ídolos de Babilonia; se avergonzará todo su territorio, todos sus muertos quedarán tirados en el centro de la ciudad. (Jeremías 51, 47)
Cuando le toque su turno, Babilonia debe caer por todos los muertos de Israel, así como por Babilonia murió tanta gente en el mundo entero. (Jeremías 51, 49)
Me mandó vivir en las tinieblas, como los muertos de antaño. (Lamentaciones 3, 6)
Más dichosos fueron los muertos a cuchillo que los muertos de hambre, que mueren extenuados por falta de los frutos de los campos. (Lamentaciones 4, 9)
Señor, abre los ojos y considera: no son los muertos que yacen en el sepulcro, los que celebrarán tu justicia y tu gloria después que se les arrebató el aliento del pecho; (Baruc 2, 17)