Encontrados 264 resultados para: profeta Semaías

  • El resto de los hechos de Abías, sus actos y palabras están escritos en el relato del profeta Idó. (2 Crónicas 13, 22)

  • y con ellos a los levitas Semaías, Netanías, Zebadías, Asael, Semiramot, Jonatán, Adonías, Tobías, Tabadonías y con estos levitas a los sacerdotes Elisamá y Joram. (2 Crónicas 17, 8)

  • Josafat preguntó: «¿No hay aquí algún otro profeta a quien podamos consultar?» (2 Crónicas 18, 6)

  • Le llegó un escrito de parte del profeta Elías que decía: «Así dice Yavé, el Dios de tu padre David: No has seguido los caminos de tu padre Josafat, ni los caminos de Asá, rey de Judá, (2 Crónicas 21, 12)

  • Entonces se enojó Yavé contra Amasías y le mandó un profeta a decirle: «¿Por qué has ido a buscar a los dioses de ese pueblo, que no han podido librar de tu mano a su propia gente?» (2 Crónicas 25, 15)

  • Mientras él le hablaba, Amasías lo interrumpió: «¿Acaso te hemos hecho consejero del rey? ¡Cállate!, no sea que yo dé la orden de matarte.» Entonces el profeta terminó con estas palabras: «Ya veo que Dios ha determinado destruirte, porque después de actuar así no quieres escuchar mis advertencias.» (2 Crónicas 25, 16)

  • El resto de los hechos de Ozías, del comienzo al fin, los escribió el profeta Isaías, hijo de Amís. (2 Crónicas 26, 22)

  • Había allí un profeta de Yavé, llamado Obred, que salió al encuentro del ejército que volvía a Samaria y les dijo: «Miren que Yavé, el Dios de sus padres, estaba irritado contra la gente de Judá y por esto los ha entregado en manos de ustedes. Pero ustedes los han matado con una crueldad increíble. (2 Crónicas 28, 9)

  • Jejiel y Simí, de los hijos de Hemán; Semaías y Uzziel, de los hijos de Jedutún. (2 Crónicas 29, 14)

  • Luego apostó en la Casa de Yavé a los levitas con címbalos, salterios y cítaras, según las disposiciones de David, de Gad, vidente del rey, y de Natán, profeta, pues Yavé da sus mandamientos por medio de sus profetas. (2 Crónicas 29, 25)

  • En las ciudades sacerdotales estaban permanentemente bajo sus órdenes Edem, Mibyamín, Jesua, Semaías, Amarías y Sekanías para repartir a sus hermanos, así grandes como chicos, según sus clases, (2 Crónicas 31, 15)

  • En esta situación, el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amós, oraron y clamaron al cielo. (2 Crónicas 32, 20)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina