Encontrados 98 resultados para: respondieron

  • Pues en ese caso no podríamos hacer un pacto con ustedes.» Respondieron a Josué: «Servidores tuyos somos.» Josué les preguntó: «¿Quiénes son ustedes y de dónde vienen?» (Josué 9, 8)

  • Estos les respondieron: «Nosotros hemos jurado en nombre de Yavé y, por lo tanto, no podemos matarlos. (Josué 9, 19)

  • Los gabaonitas respondieron: «Supimos que Yavé había mandado a Moisés destruir a todos los habitantes de la tierra que él les entregaba. Tuvimos miedo y optamos por esta medida. (Josué 9, 24)

  • La gente de Rubén, de Gad y los de la media tribu de Manasés respondieron a los enviados de Israel: (Josué 22, 21)

  • Dijo Josué: «Ustedes mismos son testigos de que han escogido a Yavé para servirlo.» Ellos respondieron: «Somos testigos.» (Josué 24, 22)

  • Pero los jefes de Sucot respondieron: «¿Acaso has sujetado las manos de Zebaj y Salmuná? ¿Cómo, pues, daríamos pan a tu ejército?» (Jueces 8, 6)

  • Luego dijo a Zebaj y Salmuná: «¿Cómo eran los hombres que ustedes mataron en el Tabor?» Ellos respondieron: «Se parecían a ti; tenían aspecto de hijos de reyes.» (Jueces 8, 18)

  • Los israelitas respondieron a Yavé: «Hemos pecado, haz con nosotros lo que quieras, pero sálvanos hoy.» (Jueces 10, 15)

  • Si no pueden darme la solución, ustedes me darán treinta túnicas y treinta mudas.» Ellos respondieron «Di no más tu adivinanza; te escuchamos.» (Jueces 14, 13)

  • Los filisteos preguntaron: «¿Quién ha hecho esto?» Y les respondieron: «Sansón, el yerno del hombre de Timná, porque éste tomó a su esposa y se la dio a su compañero.» Entonces subieron y quemaron a aquella mujer y a su familia. (Jueces 15, 6)

  • Los hombres de Judá les preguntaron: «¿Por qué han venido a atacarnos?» Respondieron: «Venimos a echar mano a Sansón, y lo trataremos como nos trató a nosotros.» (Jueces 15, 10)

  • Le respondieron: «No, sólo queremos amarrarte y entregarte a ellos, pero nosotros no te mataremos.» Lo amarraron, pues, con dos cuerdas nuevas y lo sacaron de entre las rocas. (Jueces 15, 13)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina