Encontrados 98 resultados para: respondieron

  • Los de Israel respondieron: «Tenemos más derechos que ustedes sobre el rey, pues somos diez por uno; ¿por qué, pues, nos ofenden de esa manera? Además el rey nos debe más que a ustedes. ¿No hemos sido los primeros en hacer volver al rey David?» Pero los de Judá contestaron con palabras más duras. (2 Samuel 19, 44)

  • Los gabaonitas respondieron: «No tenemos queja contra Saúl y su familia por asunto de oro o de plata; tampoco queremos que muera nadie de Israel.» David insistió: «Haré por ustedes lo que me digan.» (2 Samuel 21, 4)

  • Y ellos respondieron: «Si ahora te haces servidor de este pueblo y lo tratas con buenas palabras, ellos te servirán para siempre.» (1 Reyes 12, 7)

  • La gente de Israel comprendió que el rey no quería hacerles caso, y le respondieron en los mismos términos: «¿Qué tenemos que ver con David y con sus hijos? No es de nuestra familia, ¡arréglate con los tuyos, hijo de David! Los de Israel, vámonos.» Así, pues, los israelitas volvieron a sus tiendas. (1 Reyes 12, 16)

  • El rey de Israel reunió a los profetas, que eran unos cuatrocientos hombres, y les dijo: «¿Debo atacar a Ramot de Galaad o no lo hago?» Ellos respondieron: «Sube, porque Yavé te la entregará.» (1 Reyes 22, 6)

  • Le respondieron: «Nos salió al paso un hombre que nos dijo: Vuelvan al rey que los envió y díganle de parte de Yavé: ¿Por qué envías a consultar a Baalzebub, dios de Acarón? ¿Será porque no hay Dios en Israel? Por eso, de la cama donde te acostaste no te levantarás, sino que ahí morirás.» (2 Reyes 1, 6)

  • Ellos le respondieron: «El hombre iba vestido con un manto de pelo y con una faja de piel ceñida a su cintura.» El rey dijo: «Es Elías, del pueblo de Tisbé.» (2 Reyes 1, 8)

  • encontró a los hermanos de Ocozías, rey de Judá. Les preguntó: «¿Quiénes son ustedes?» Ellos respondieron: «Somos los hermanos de Ocozías y vamos a saludar a los hijos del rey y a los hijos de la reina.» (2 Reyes 10, 13)

  • Entonces Elyaquim, Sobna y Joaj respondieron al general: «Por favor, háblanos a nosotros, tus siervos, en idioma arameo, ya que lo entendemos, pero no nos hables en judío frente a esta gente que está encima de la muralla.» (2 Reyes 18, 26)

  • Ellos le respondieron: «Si eres bueno con este pueblo y condesciendes con ellos y les das buenas palabras, serán siervos tuyos para siempre.» (2 Crónicas 10, 7)

  • Los jóvenes que se habían criado con él le respondieron: «Esto debes responder al pueblo que te ha dicho: Tu padre hizo pesado nuestro yugo, ahora tú aligera nuestro yugo; diles: Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre. (2 Crónicas 10, 10)

  • Me respondieron: «Viven allá, en la provincia, en medio de mucha pobreza y humillaciones. La muralla de Jerusalén está en el suelo, y sus puertas, quemadas.» (Nehemías 1, 3)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina