Encontrados 142 resultados para: suerte
Esta es la suerte que, por orden de Yavé, correrá Joaquim, hijo de Josías, rey de Judá. Nadie dirá sollozando por él: «¡Ay de mi hermano, ay de mi hermana!» Nadie dirá sollozando por él: «¡Ay, Señor! ¡Ay, su Majestad!» (Jeremías 22, 18)
pues se acerca el tiempo, dice Yavé, en que cambiaré la suerte de mi pueblo, Israel y Juda, haciéndoles retornar a la tierra que di a sus padres en propiedad. (Jeremías 30, 3)
Estas son las palabras de Yavé de los Ejércitos, Dios de Israel: «Usarán nuevamente esta expresión en Judá y en sus ciudades, cuando yo haya mejorado su suerte: ¡Que Yavé te bendiga, oh morada de Justicia, monte santo! (Jeremías 31, 23)
Cambiaré la suerte de Judá y la de Jerusalén y los volveré a construir como antes. (Jeremías 33, 7)
Esos hombres que firmaron el acuerdo y que después violaron el acuerdo que se tomó en mi presencia, - todos esos tendrán una suerte parecida a la del ternero que partieron para luego pasar entre sus pedazos. (Jeremías 34, 18)
Pues bien, esto es lo que afirma ahora Yavé de los Ejércitos, el Dios de Israel: Yo voy a mandar sobre Judá y sobre los habitantes de Jerusalén toda suerte de calamidades con que los había amenazado, porque les avisé y no lo tomaron en cuenta, los llamé y no me respondieron. (Jeremías 35, 17)
Pero yo cambiaré la suerte de Moab, en el futuro, dice Yavé. Hasta aquí la sentencia contra Moab. (Jeremías 48, 47)
Pero, en el futuro, mejoraré la suerte de los hijos de Ammón, dice Yavé. (Jeremías 49, 6)
Pero, en el futuro, cambiaré la suerte de Elam, dice Yavé. (Jeremías 49, 39)
se arrepentirán de su cabeza dura y de sus malas acciones, recordando la suerte de sus padres, que pecaron delante del Señor. (Baruc 2, 33)
El rey de Babilonia se detuvo en el cruce de caminos, se ve la suerte, sacude las flechas, interroga a los ídolos, examina el hígado de los animales. (Ezequiel 21, 26)
La suerte hace que salga Jerusalén en su mano derecha. Inmediatamente lanza un grito de guerra: "¡Emplacen las maquinarias junto a las puertas, levanten terraplenes, caven trincheras!" (Ezequiel 21, 27)