Encontrados 142 resultados para: suerte

  • ¿Dejarás a otro el fruto de tu trabajo? Se repartirán a la suerte el fruto de tus sacrificios. (Sirácides (Eclesiástico) 14, 15)

  • Esta es la suerte del que teme al Señor; el que se da a la Ley obtendrá la sabiduría. (Sirácides (Eclesiástico) 15, 1)

  • Una buena esposa es como el premio mayor de la lotería, le tocará en suerte al que teme al Señor. (Sirácides (Eclesiástico) 26, 3)

  • Aunque puedan reembolsarle, el acreedor tendrá suerte si recupera la mitad. En caso contrario, se habrán apoderado de su dinero y no habrá ganado más que un enemigo; éste le pagará con maldiciones e insultos, con desprecios en vez de agradecimientos. (Sirácides (Eclesiástico) 29, 6)

  • Espanto, al caer la tarde, pero antes de amanecer ya no queda nadie. Esa será la suerte de nuestros opresores, el destino de los que nos saquean. (Isaías 17, 14)

  • Cuando se enteren en Egipto, la suerte de Tiro los hará temblar. (Isaías 23, 5)

  • Estas dos desgracias te sucederán de un golpe, en el mismo día: quedarás viuda y sin hijos. Esta será tu suerte, a pesar de tus muchos encantamientos y del poder de tus brujerías. (Isaías 47, 9)

  • Fue detenido, enjuiciado y eliminado ¿y quién ha pensado en su suerte? Pues ha sido arrancado del mundo de los vivos y herido de muerte por los crímenes de su pueblo. (Isaías 53, 8)

  • Por haber sido tan grande su humillación y no haberles tocado más que insultos, su suerte se restablecerá. Recibirán en el país de ellos el doble de todo y nunca se terminará su felicidad. (Isaías 61, 7)

  • Declárenle la guerra: ¡Ea, ataquemos al mediodía! Qué mala suerte la nuestra, pues el día ya se acaba y la tarde extiende sus sombras. (Jeremías 6, 4)

  • Yavé, tú tienes siempre la razón cuando yo hablo contigo, y, sin embargo, hay un punto que quiero discutir: ¿Por qué tienen suerte los malos y son felices los traidores? (Jeremías 12, 1)

  • Haré que su suerte infunda terror a todos los reinos de la tierra, por culpa de Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, por sus crímenes cometidos en Jerusalén.) (Jeremías 15, 4)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina