Encontrados 270 resultados para: trabajo en madera

  • ¿Dejarás a otro el fruto de tu trabajo? Se repartirán a la suerte el fruto de tus sacrificios. (Sirácides (Eclesiástico) 14, 15)

  • Ordenó a sus obras por mientras dure el tiempo, fijándoles un punto de partida y un porvenir. Nunca tienen hambre, ni se cansan, ni se detienen en su trabajo. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 27)

  • Una techumbre de madera bien ensamblada y clavada no se suelta con un temblor, el que se decidió después de madura reflexión no se conmoverá en la adversidad. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 16)

  • Un cerco de madera en una altura no resiste al viento; lo mismo el insensato frente a sus propios terrores: cualquier miedo lo domina. (Sirácides (Eclesiástico) 22, 18)

  • Para el burro: el forraje, el palo y la carga; para el sirviente: el pan, las correcciones y el trabajo. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 25)

  • Da trabajo a tu esclavo y gozarás de paz; suéltale la rienda y querrá la libertad. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 26)

  • Glorifica al Señor con un corazón generoso, ofrece sin regatear los primeros frutos de tu trabajo. (Sirácides (Eclesiástico) 35, 7)

  • No consultes jamás a una mujer sobre su rival; a un cobarde a propósito de la guerra; a un negociante sobre una tasa de interés; a un comprador si vendes algo; a un envidioso si se trata de un agradecimiento; a un flojo sobre algo que hay que hacer; a un jornalero por el fin de su trabajo; a un sirviente holgazán por un trabajo pesado. (Sirácides (Eclesiástico) 37, 11)

  • Acuérdate de aquella madera que endulzó las aguas amargas, y con eso el Señor dio a conocer su poder. (Sirácides (Eclesiástico) 38, 5)

  • Hay que tener sosiego para adquirir el conocimiento de la Ley; el que no está esclavizado por su trabajo podrá llegar a ser sabio. (Sirácides (Eclesiástico) 38, 24)

  • Lo mismo pasa con cualquier obrero o artesano que trabaja día y noche, con los que graban los sellos y se esfuerzan por variar el diseño. Toda su atención está puesta en el trabajo que hacen, y pasan las noches en vela perfeccionando su obra. (Sirácides (Eclesiástico) 38, 27)

  • Otro tanto ocurre con el herrero sentado junto al yunque, ocupado totalmente en fierro que forja mientras literalmente se derrite por el ardor del fuego. Tiene que protegerse de la fragua y del ruido del martillo que le rompe los tímpanos. Toda su atención está centrada en hacer un trabajo perfecto y se queda hasta altas horas de la noche embelleciendo su obra. (Sirácides (Eclesiástico) 38, 28)


“Caminhe sempre e somente no bem e dê, cada dia, um passo à frente na linha vertical, de baixo para cima.” São Padre Pio de Pietrelcina