Encontrados 270 resultados para: trabajo en madera

  • Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea probado por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno. (1º Carta a los Corintios 3, 13)

  • No, eso ha sido escrito para nosotros. A nosotros se refiere la Escritura cuando dice que el labrador espera algo de su trabajo y que el que trilla tendrá parte en la cosecha. (1º Carta a los Corintios 9, 10)

  • Así, pues, hermanos míos muy amados, manténganse firmes y no se dejen conmover. Dedíquense a la obra del Señor en todo momento, conscientes de que con él no será estéril su trabajo. (1º Carta a los Corintios 15, 58)

  • Quiero decir que llevaremos el Evangelio más allá de ustedes en vez de buscar fama donde el trabajo ya está hecho, que es la pauta de los otros. (2º Carta a los Corintios 10, 16)

  • Siguiendo una revelación, fui para exponerles el evangelio que anuncio a los paganos. Me entrevisté con los dirigentes en una reunión privada, no sea que estuviese haciendo o hubiera hecho un trabajo que no sirve. (Carta a los Gálatas 2, 2)

  • Hagan su trabajo con empeño, por el Señor y no por los hombres, (Carta a los Efesios 6, 7)

  • Y si Dios empezó tan buen trabajo en ustedes, estoy seguro de que lo continuará hasta concluirlo el día de Cristo Jesús. (Carta a los Filipenses 1, 6)

  • Pero veo que, mientras estoy en este cuerpo, mi trabajo da frutos, de modo que ya no sé qué escoger. (Carta a los Filipenses 1, 22)

  • Me pareció necesario devolverles a nuestro hermano Epafrodito, que trabajó y luchó a mi lado, y al que ustedes enviaron para que atendiera mis necesidades. (Carta a los Filipenses 2, 25)

  • Este es mi trabajo, al que me entrego con la energía que viene de Cristo y que obra poderosamente en mí. (Carta a los Colosenses 1, 29)

  • Cualquier trabajo que hagan, háganlo de buena gana, pensando que trabajan para el Señor y no para los hombres. (Carta a los Colosenses 3, 23)

  • Por eso no pude esperar más y envié a Timoteo para tener noticias de la fe, no fuera que el Tentador los hubiera hecho tropezar, resultando inútil nuestro trabajo. (1º Carta a los Tesalonicenses 3, 5)


“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina