Encontrados 148 resultados para: vea

  • Vean, pues, ahí las pruebas de la virginidad de mi hija.» Y extenderán el paño delante de los jueces de la ciudad. (Deuteronomio 22, 17)

  • Porque Yavé, tu Dios, recorre el campamento para protegerte y entregar en tus manos al enemigo. Por eso tu campamento debe ser cosa limpia y sagrada, en que Yavé no vea nada indecente; de lo contrario se apartaría de ti. (Deuteronomio 23, 15)

  • Te volverás loco por lo que veas. (Deuteronomio 28, 34)

  • Porque Yavé hará justicia a su pueblo y se apiadará de sus siervos, cuando vea que su fuerza se agota, que no queda ya ni hombre libre ni esclavo. (Deuteronomio 32, 36)

  • Vean ahora que Yo, sólo Yo soy, y que no hay más Dios que yo. Yo doy la muerte y la vida, yo hiero, y soy yo mismo el que sano, y no hay quien se libre de mi mano. (Deuteronomio 32, 39)

  • Y le dijo Yavé: «Esta es la tierra que prometí a Abrahán, a Isaac y a Jacob, y juré que se la daría a su descendencia. Dejo que la veas con tus propios ojos, pero no entrarás en ella». (Deuteronomio 34, 4)

  • y ordenaron a los israelitas lo siguiente: «Cuando vean pasar el Arca de la Alianza de Yavé, llevada por los sacerdotes de la tribu de Leví, ustedes saldrán de su campamento y la seguirán, porque ella les señala el camino. Pues ustedes nunca han pasado por ese camino. (Josué 3, 3)

  • Los dirigentes y demás habitantes de nuestro pueblo nos dijeron: Provéanse de alimentos para un largo viaje, ubíquenlos y díganles: Servidores somos de ustedes; hagan alianza con nosotros. (Josué 9, 11)

  • Observen los panes que tomamos calientes en nuestras casas para venir a encontrarlos y vean cómo se han secado y despedazado. (Josué 9, 12)

  • Noemí replicó: «Quédate tranquila hasta que veas en qué termina esto, pues estoy segura de que él agotará todos los medios para llevarlo a buen fin hoy mismo.» (Rut 3, 18)

  • No se vayan todavía, para que vean este gran prodigio que Yavé va a realizar delante de sus ojos. ¿No es ahora la cosecha del trigo? (1 Samuel 12, 16)

  • Que Yavé juzgue y pronuncie sentencia entre tú y yo, que él vea mi causa y me haga justicia, librándome de tus manos.» (1 Samuel 24, 15)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina