Encontrados 206 resultados para: Alguien
Si se descubre que alguien ha raptado a uno de sus hermanos israelitas -sea que lo haya maltratado o que lo haya vendido- el ladrón morirá. Así harás desaparecer el mal de entre ustedes. (Deuteronomio 24, 7)
Porque si alguien, al oír los términos de esta imprecación, se congratula diciendo: "Todo me irá bien aunque persista en mi obstinación, ya que el terreno regado no tiene más sed", (Deuteronomio 29, 18)
Si alguno sale fuera de las puertas de tu casa, su sangre caerá sobre su cabeza y nosotros seremos inocentes. Pero la sangre de todos los que estén contigo dentro de la casa, caerá sobre nuestras cabezas, si alguien pone su mano sobre alguno de ellos. (Josué 2, 19)
Él le siguió diciendo: "Quédate a la entrada de la carpa, y si viene alguien y te pregunta: ‘¿Hay aquí algún hombre?’, respóndele que no". (Jueces 4, 20)
Rut, la moabita, dijo una vez a Noemí: "Déjame ir a recoger espigas al campo, detrás de alguien que me haga ese favor". "Puedes ir, hija mía", le respondió ella. (Rut 2, 2)
ni respetaban los deberes de los sacerdotes para con el pueblo. Cada vez que alguien ofrecía un sacrificio, venía el servidor del sacerdote con un tenedor de tres dientes en la mano, mientras se cocía la carne. (I Samuel 2, 13)
y dijo a Samuel: "Ve a acostarte, y si alguien te llama, tú dirás: Habla, Señor, porque tu servidor escucha". Y Samuel fue a acostarse en su sitio. (I Samuel 3, 9)
-Antiguamente, en Israel, cuando alguien iba a consultar a Dios, decía: "Acudamos al vidente". Porque antes se llamaba "vidente" al que hoy se llama "profeta"-. (I Samuel 9, 9)
Ajimélec respondió al rey: "¿Hay entre todos tus servidores alguien tan de confianza como David? Él es yerno del rey, es jefe de tu guardia personal y todos lo honran en tu casa. (I Samuel 22, 14)
Saúl y sus hombres salieron a buscarlo; pero alguien avisó a David, y él bajó a la Roca que está en el desierto de Maón. Saúl se enteró y se lanzó en persecución de David por el desierto de Maón. (I Samuel 23, 25)
Cuando alguien encuentra a su enemigo, ¿lo deja seguir su camino tranquilamente? ¡Que el Señor te recompense por el bien que me has hecho hoy! (I Samuel 24, 20)
Entonces el rey le preguntó: "¿Queda todavía alguien de la casa de Saúl, para que yo pueda cumplir con él el compromiso de fidelidad contraído ante Dios?". Sibá respondió al rey: "Queda todavía un hijo de Jonatán, que es lisiado de ambos pies". (II Samuel 9, 3)