Encontrados 286 resultados para: Alianza

  • Si tus descendientes observan mi alianza y los preceptos que yo les enseñaré, también se sentarán sus hijos en tu trono para siempre". (Salmos 132, 12)

  • Fue entonces cuando apareció en Israel un grupo de renegados que sedujeron a muchos, diciendo: "Hagamos una alianza con las naciones vecinas, porque desde que nos separamos de ellas, nos han sobrevenido muchos males". (I Macabeos 1, 11)

  • disimularon la marca de la circuncisión y, renegando de la santa alianza, se unieron a los paganos y se entregaron a toda clase de maldades. (I Macabeos 1, 15)

  • y al que se lo descubría con un libro de la Alianza en su poder, o al que observaba los preceptos de la Ley, se lo condenaba a muerte en virtud del decreto real. (I Macabeos 1, 57)

  • prefirieron la muerte antes que mancharse con esos alimentos y quebrantar la santa alianza, y por eso murieron. (I Macabeos 1, 63)

  • yo, mis hijos y mis hermanos nos mantendremos fieles a la Alianza de nuestros padres. (I Macabeos 2, 20)

  • Luego comenzó a gritar por la ciudad con todas sus fuerzas: "Todo el que sienta celo por la Ley y quiera mantenerse fiel a la Alianza, que me siga". (I Macabeos 2, 27)

  • Por lo tanto, hijos míos, ardan de celo por la Ley, dando la vida por la Alianza de nuestros padres. (I Macabeos 2, 50)

  • Pinjás, nuestro padre, por su ardiente celo, recibió la alianza de un sacerdocio eterno. (I Macabeos 2, 54)

  • Invoquemos ahora al Cielo para que tenga piedad de nosotros y se acuerde de la alianza que hizo con nuestros padres, derrotando hoy a este ejército delante de nosotros. (I Macabeos 4, 10)

  • Y esta es la copia del documento que grabaron en planchas de bronce y enviaron a Jerusalén como memorial de paz y de alianza: (I Macabeos 8, 22)

  • A tal efecto, Tolomeo mandó una embajada al rey Demetrio, con este mensaje: "Hagamos una alianza entre nosotros. Yo te daré a mi hija, la que ahora tiene Alejandro, y tú serás rey en el reino de tu padre. (I Macabeos 11, 9)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina