Encontrados 88 resultados para: Arám

  • Los hijos de Zilpá, la esclava de Lía, fueron Gad y Aser. Estos son los hijos que le nacieron a Jacob en Padán Arám. (Génesis 35, 26)

  • Estos son los hijos que Lía había dado a Jacob en Padán Arám, además de su hija Dina. Entre hombres y mujeres sumaban un total de treinta y tres personas. (Génesis 46, 15)

  • Entonces pronunció su poema, diciendo: "Desde Arám me hizo venir Balac, el rey de Moab desde las montañas del este: ‘¡Ven, maldíceme a Jacob, ven, pronuncia una execración contra Israel!’. (Números 23, 7)

  • Porque ellos no se adelantaron para ofrecerles agua y alimento, cuando ustedes iban por el camino, a la salida de Egipto; y porque Moab contrató a Balaam, hijo de Beor, que era de Petor en Arám Naharaim, a fin de que te maldijera. (Deuteronomio 23, 5)

  • Los israelitas volvieron a hacer lo que es malo a los ojos del Señor, sirviendo a los Baales y a las Astartés, a los dioses de Arám, de Sidón y de Moab, y a los dioses de los amonitas y de los filisteos. Así abandonaron al Señor y dejaron de servirlo. (Jueces 10, 6)

  • Luego puso gobernadores en Arám de Damasco, y los arameos pasaron a ser vasallos de David, sometidos a tributo. El Señor daba la victoria a David en todas sus campañas. (II Samuel 8, 6)

  • de Arám, de Moab, de los amonitas, de los filisteos y de Amalec, como asimismo del botín de Hadadézer, hijo de Rejob, rey de Sobá. (II Samuel 8, 12)

  • Entonces Joab avanzó con sus tropas para enfrentarse con Arám, y estos huyeron delante de él. (II Samuel 10, 13)

  • Porque mientras estaba en Guesur de Arám, tu servidor pronunció este voto: ‘Si el Señor me hace volver a Jerusalén, iré a rendirle culto en Hebrón’". (II Samuel 15, 8)

  • Cada carro importado de Musrí costaba seiscientos siclos de plata; cada caballo, ciento cincuenta. En las mismas condiciones, por medio de esos agentes, se exportaban para todos los reyes hititas y para los reyes de Arám. (I Reyes 10, 29)

  • Entonces Asá recogió toda la plata y el oro que aún quedaban en los tesoros de la Casa del Señor y en los de la casa del rey, y se los confió a sus servidores, a los que envió luego a Ben Hadad, hijo de Tabrimón, hijo de Jezión, rey de Arám, que residía en Damasco, con el siguiente mensaje: (I Reyes 15, 18)

  • El Señor le dijo: "Vuelve por el mismo camino, hacia el desierto de Damasco. Cuando llegues, ungirás a Jazael como rey de Arám. (I Reyes 19, 15)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina