Encontrados 445 resultados para: Dinero del Templo

  • Íntimamente unidos, frecuentaban a diario el Templo, partían el pan en sus casas, y comían juntos con alegría y sencillez de corazón; (Hechos 2, 46)

  • En una ocasión, Pedro y Juan subían al Templo para la oración de la tarde. (Hechos 3, 1)

  • Allí encontraron a un paralítico de nacimiento, que ponían diariamente junto a la puerta del Templo llamada «la Hermosa», para pedir limosna a los que entraban. (Hechos 3, 2)

  • Cuando él vio a Pedro y a Juan entrar en el Templo, les pidió una limosna. (Hechos 3, 3)

  • Dando un salto, se puso de pie y comenzó a caminar; y entró con ellos en el Templo, caminando, saltando y glorificando a Dios. (Hechos 3, 8)

  • Reconocieron que era el mendigo que pedía limosna sentado a la puerta del Templo llamada «la Hermosa», y quedaron asombrados y llenos de admiración por lo que le había sucedido. (Hechos 3, 10)

  • Mientras los Apóstoles hablaban al pueblo, se presentaron ante ellos los sacerdotes, el jefe de los guardias del Templo y los saduceos, (Hechos 4, 1)

  • y ponían el dinero a disposición de los Apóstoles, para que se distribuyera a cada uno según sus necesidades. (Hechos 4, 35)

  • que poseía un campo, lo vendió, y puso el dinero a disposición de los Apóstoles. (Hechos 4, 37)

  • y de acuerdo con ella, se guardó parte del dinero y puso el resto a disposición de los Apóstoles. (Hechos 5, 2)

  • Pedro le dijo: «Ananías, ¿por qué dejaste que Satanás se apoderara de ti hasta el punto de engañar al Espíritu Santo, guardándote una parte del dinero del campo? (Hechos 5, 3)

  • ¿Acaso no eras dueño de quedarte con él? Y después de venderlo, ¿no podías guardarte el dinero? ¿Cómo se te ocurrió hacer esto? No mentiste a los hombres sino a Dios». (Hechos 5, 4)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina