Encontrados 216 resultados para: Mandó

  • Al darse vuelta, Josías divisó las tumbas que había allí, sobre la montaña; mandó recoger los huesos de esas tumbas y los quemó sobre el altar: así lo profanó, conforme a la palabra del Señor que había proclamado el hombre de Dios, mientras Jeroboám estaba de pie junto al altar, durante la fiesta. Al darse vuelta, Josías levantó los ojos y vio la tumba del hombre de Dios que había proclamado estas cosas, (II Reyes 23, 16)

  • El rey de Babilonia los mandó golpear y ejecutar en Riblá, en el país de Jamat. Así fue deportado Judá lejos de su tierra. (II Reyes 25, 21)

  • Y no trasladó el Arca a su casa, a la Ciudad de David, sino que mandó que la llevaran a la casa de Obededóm de Gat. (I Crónicas 13, 13)

  • Apenas lo pusieron al tanto de lo sucedido con aquellos hombres, David ordenó que fueran a recibirlos, porque estaban muy avergonzados. Y el rey les mandó a decir: "Quédense en Jericó hasta que les crezca la barba, y después vengan". (I Crónicas 19, 5)

  • Dios mandó un Ángel a Jerusalén para exterminarla; pero cuando la estaba exterminando, el Señor miró y se arrepintió del mal que le infligía, y dijo al Ángel exterminador: "¡Basta ya! ¡Retira tu mano!". El Ángel del Señor estaba junto a la era de Ornán, el jebuseo. (I Crónicas 21, 15)

  • Salomón mandó a decir a Jirám, rey de Tiro: "Haz conmigo lo mismo que hiciste con mi padre David, cuando le enviaste maderas de cedro para que se construyera una casa donde habitar. (II Crónicas 2, 2)

  • Salomón mandó hacer asimismo todos los objetos que estaban en la Casa del Señor: el altar de oro y las mesas sobre las que se ponía el pan de la ofrenda; (II Crónicas 4, 19)

  • Mandó suprimir de todas las ciudades de Judá los lugares altos y los altares de incienso; y el reino estuvo en paz bajo su reinado. (II Crónicas 14, 4)

  • Pero Joás, rey de Israel, mandó a decir a Amasías, rey de Judá: "El cardo del Líbano mandó a decir al cedro del Líbano: Dale tu hija por esposa a mi hijo. Pero un animal salvaje del Líbano pasó y pisoteó el cardo. (II Crónicas 25, 18)

  • Estos tenían bajo su mando un ejército de trescientos siete mil quinientos soldados, capacitados para ayudar valientemente al rey contra sus enemigos. (II Crónicas 26, 13)

  • Además, mandó construir en Jerusalén máquinas de guerra ideadas por expertos, para ser colocadas sobre las torres y los ángulos, a fin de arrojar flechas y grandes piedras. Su fama se extendió hasta muy lejos, porque con la ayuda extraordinaria de Dios llegó a hacerse fuerte. (II Crónicas 26, 15)

  • En ese tiempo, el rey Ajaz mandó a pedir auxilio a los reyes de Asiria. (II Crónicas 28, 16)


“O passado não conta mais para o Senhor. O que conta é o presente e estar atento e pronto para reparar o que foi feito.” São Padre Pio de Pietrelcina