Encontrados 1003 resultados para: Oro

  • Él se detiene, y hace vacilar la tierra, mira, y hace estremecer a las naciones. ¡Se desmoronan las montañas eternas, se hunden las colinas antiguas, sus caminos de siempre! (Habacuc 3, 6)

  • El Señor, mi Señor, es mi fortaleza: él da a mis pies la agilidad de las gacelas y me hace caminar por las alturas. Del maestro de coro. Para instrumentos de cuerda. (Habacuc 3, 19)

  • ni su plata ni su oro podrán librarlos. En el Día de la ira del Señor y por el fuego de sus celos, será devorada toda la tierra; porque él hará un terrible exterminio de todos los habitantes de la tierra. (Sofonías 1, 18)

  • En el segundo año del rey Darío, el primer día del sexto mes, la palabra del Señor fue dirigida, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de Iehosadac, el Sumo Sacerdote, en estos términos: (Ageo 1, 1)

  • Entonces Zorobabel, hijo de Sealtiel, Josué, hijo de Iehosadac, el Sumo Sacerdote, y todo el resto del pueblo escucharon la voz del Señor, su Dios, y las palabras del profeta Ageo, según la misión que el Señor, su Dios, le había encomendado. Y el pueblo sintió temor en la presencia del Señor. (Ageo 1, 12)

  • Entonces el Señor despertó el espíritu de Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, el de Josué, hijo de Iehosadac, el Sumo Sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo: ellos fueron y se pusieron a trabajar en el Templo de su Dios, el Señor de los ejércitos. (Ageo 1, 14)

  • Di a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, a Josué, hijo de Iehosadac, el Sumo Sacerdote, y al resto del pueblo: (Ageo 2, 2)

  • ¡Ánimo, Zorobabel! -oráculo del Señor-. ¡Ánimo, Josué, hijo de Iehosadac, Sumo Sacerdote! ¡Ánimo, todo el pueblo del país! -oráculo del Señor-. ¡Manos a la obra! Porque yo estoy con ustedes -oráculo del Señor de los ejércitos- (Ageo 2, 4)

  • Haré estremecer a todas las naciones: entonces afluirán los tesoros de todas las naciones y llenaré de gloria esta Casa, dice el Señor de los ejércitos. (Ageo 2, 7)

  • ¡Son míos el oro y la plata! -oráculo del Señor de los ejércitos-. (Ageo 2, 8)

  • Habla a Zorobabel, gobernador de Judá, y dile: Yo haré estremecer el cielo y la tierra, (Ageo 2, 21)

  • Aquel día -oráculo del Señor de los ejércitos- yo te tomaré a ti, Zorobabel, hijo de Sealtiel, mi servidor -oráculo del Señor- y haré de ti un anillo para sellar, porque yo te he elegido -oráculo del Señor de los ejércitos-. (Ageo 2, 23)


“Jesus está com você, e o Cireneu não deixa de ajudar-te a subir o Calvário.” São Padre Pio de Pietrelcina