Encontrados 143 resultados para: Reinado de Joás

  • Bet Marcabot, Jasar Susím, Bet Birí y Saaraim. Estas fueron sus ciudades hasta el reinado de David. (I Crónicas 4, 31)

  • Los descendientes de Béquer fueron Zemirá, Joás, Eliezer, Elioenai, Omrí, Ieremot, Abías, Anatot y Alémet; todos estos eran hijos de Béquer. (I Crónicas 7, 8)

  • Estos son los jefes de los Guerreros de David, que lo sostuvieron durante su reinado, y se unieron a todo Israel para hacerlo rey, conforme a la palabra del Señor acerca de Israel. (I Crónicas 11, 10)

  • Los principales eran Ajiézer y Joás, hijos de Semaá, de Guibeá, y los otros, Ieziel y Pélet, hijos de Azmávet; Beracá y Jehú, de Anatot; (I Crónicas 12, 3)

  • El jefe de los hebronitas era Ieriías. En el año cuarenta del reinado de David, se hicieron averiguaciones sobre las genealogías de los hebronitas, y se encontró entre ellos a hombres valerosos en Iezer de Galaad. (I Crónicas 26, 31)

  • Baal Janán, de Guéder, el encargado de los olivares y los sicomoros de la Sefelá. Joás, el encargado de los depósitos de aceite. (I Crónicas 27, 28)

  • El Señor engrandeció sobremanera a Salomón a los ojos de todo Israel, y le concedió un reinado glorioso como nunca había tenido ningún otro rey de Israel antes de él. (I Crónicas 29, 25)

  • David, hijo de Jesé, había reinado sobre todo Israel. (I Crónicas 29, 26)

  • Cuarenta años duró su reinado sobre Israel. Reinó siete años en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén. (I Crónicas 29, 27)

  • con todo lo referente a su reinado y a sus hazañas, y a las vicisitudes que le sobrevinieron a él, a Israel y a todos los reinos de aquellas regiones. (I Crónicas 29, 30)

  • Comenzó la construcción en el segundo mes, en el cuarto año de su reinado. (II Crónicas 3, 2)

  • En el año decimoctavo del reinado de Jeroboám, comenzó a reinar Abías sobre Judá (II Crónicas 13, 1)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina