Encontrados 143 resultados para: Reinado de Joás

  • Mandó suprimir de todas las ciudades de Judá los lugares altos y los altares de incienso; y el reino estuvo en paz bajo su reinado. (II Crónicas 14, 4)

  • Ellos se reunieron en Jerusalén el tercer mes del año quince del reinado de Asá. (II Crónicas 15, 10)

  • Y no hubo guerra hasta el año treinta y cinco del reinado de Asá. (II Crónicas 15, 19)

  • El año trigésimo sexto del reinado de Asá, Basá, rey de Israel, subió contra Judá y fortificó Ramá, para cortarle las comunicaciones a Asá, rey de Judá. (II Crónicas 16, 1)

  • En el trigésimo noveno año de su reinado, Asá se enfermó gravemente de los pies. Pero ni siquiera en su enfermedad recurrió al Señor, sino a los médicos. (II Crónicas 16, 12)

  • Asá murió en el cuadragésimo primer año de su reinado, y se fue a descansar con sus padres. (II Crónicas 16, 13)

  • El tercer año de su reinado envió a sus oficiales Ben Jáil, Abdías, Zacarías, Natanael y Miqueas, para que enseñaran en las ciudades de Judá. (II Crónicas 17, 7)

  • Entonces el rey de Israel ordenó: "Tomen a Miqueas y llévenlo a Amón, el gobernador de la ciudad, y a Joás, el hijo del rey. (II Crónicas 18, 25)

  • El reinado de Josafat gozó de tranquilidad, y su Dios le dio paz por todas partes. (II Crónicas 20, 30)

  • Josafat reinó sobre Judá. Tenía treinta y cinco años cuando inició su reinado, y reinó veinticinco años en Jerusalén. Su madre se llamaba Azubá, hija de Siljí. (II Crónicas 20, 31)

  • Durante el reinado de Jorám, Edóm se rebeló contra Judá, y se instituyó un rey. (II Crónicas 21, 8)

  • Pero Josebá, hija del rey, tomó a Joás, hijo de Ocozías, lo sacó de en medio de los hijos del rey que iban a ser masacrados, y lo puso con su nodriza en la sala que servía de dormitorio. Josebá, hija del rey Jorám, esposa del sacerdote Iehoiadá y hermana de Ocozías, lo ocultó a los ojos de Atalía y no lo mataron. (II Crónicas 22, 11)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina