Encontrados 346 resultados para: Reparación del Templo

  • Cuando Sambalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los asdoditas se enteraron de que progresaba la reparación de las murallas de Jerusalén -porque comenzaban a cerrarse las brechas- se enfurecieron, (Nehemías 4, 1)

  • Entonces fui a la casa de Semaías, hijo de Delaías, hijo de Mehetabel, que se hallaba impedido, y él dijo: "Encontrémonos en la Casa de Dios, en el interior del Templo, y cerremos sus puertas; porque van a venir a matarte y esta es la noche en que vendrán a hacerlo". (Nehemías 6, 10)

  • Yo repliqué: "¿Va a huir un hombre como yo? ¿Y qué hombre de mi condición podría entrar en el Templo y permanecer con vida? ¡No entraré!". (Nehemías 6, 11)

  • Empleados del Templo: los hijos de Sigá, los hijos de Jasufá, los hijos de Tabaot, (Nehemías 7, 46)

  • Total de los empleados del Templo y de los hijos de los esclavos de Salomón: 392. (Nehemías 7, 60)

  • Los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, una parte del pueblo, los empleados del Templo y todo Israel se establecieron en sus ciudades. Al llegar el séptimo mes, los israelitas estaban establecidos en ellas. (Nehemías 7, 72)

  • El resto del pueblo, de los sacerdotes y levitas, los porteros, los cantores, los empleados del Templo, en una palabra, todos los que se separaron de los pueblos extranjeros para seguir la Ley de Dios, lo mismo que sus mujeres y sus hijos, y todos los que son capaces de entender, (Nehemías 10, 29)

  • Estos son los jefes de la provincia que se establecieron en Jerusalén, y en las otras ciudades de Judá. Así, todo Israel, los sacerdotes, los levitas, los empleados del Templo y los hijos de los servidores de Salomón, vivían en sus respectivas ciudades, cada uno en su propiedad. (Nehemías 11, 3)

  • y sus hermanos, que estaban dedicados al servicio del Templo: en total, 822; Adaías, hijo de Ierojám, hijo de Pelalías, hijo de Amsí, hijo de Zacarías, hijo de Pasjur, hijo de Malquías, (Nehemías 11, 12)

  • Los empleados del Templo habitaban el Ofel; Sijá y Guispá estaban al frente de ellos. (Nehemías 11, 21)

  • Cuando yo era joven y vivía en mi país, en la tierra de Israel, toda la tribu de mi antepasado Neftalí se había separado de la casa de David y de Jerusalén, la ciudad elegida entre todas las tribus de Israel para ofrecer sacrificios, donde se había edificado y consagrado para todas las generaciones futuras el Templo en el que habita Dios. (Tobías 1, 4)

  • Alaba dignamente al Señor y bendice al Rey de los siglos, para que su Templo sea reconstruido con alegría, (Tobías 13, 11)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina