Encontrados 113 resultados para: Venir

  • y la hizo venir; él obró conforme a lo que había dicho. Porque ustedes han pecado contra el Señor y no han escuchado su voz, les ha sobrevenido esto. (Jeremías 40, 3)

  • Y ahora, yo te libro hoy de las cadenas que tienes en tus manos. Si quieres venir conmigo a Babilonia, ven y yo velaré por ti; pero si prefieres no venir conmigo a Babilonia, no lo hagas. Tienes todo el país delante de ti: ve adonde te guste o te convenga ir". (Jeremías 40, 4)

  • ¡Tú buscas para ti grandes cosas! No las busques más, porque yo haré venir una desgracia sobre todo ser viviente -oráculo del Señor- pero yo haré que tú conserves la vida como botín dondequiera que vayas". (Jeremías 45, 5)

  • Yo hago venir sobre ti el pánico -oráculo del Señor de los ejércitos- desde todos tus alrededores: ustedes serán expulsados, cada uno por su lado, y nadie reunirá a los fugitivos. (Jeremías 49, 5)

  • Haré venir contra Elám cuatro vientos desde los cuatro confines del cielo. Los dispersaré a los cuatro vientos, y no habrá ni una sola nación adonde no lleguen los expulsados de Elám. (Jeremías 49, 36)

  • Entonces dirás: De esta manera se hundirá Babilonia, y no se levantará nunca más de la desgracia que yo haré venir sobre ella". Aquí concluyen las palabras de Jeremías. (Jeremías 51, 64)

  • Porque él hizo venir contra ellos a una nación lejana, una nación insolente, de lengua desconocida, que no respetó al anciano ni tuvo compasión del niño; (Baruc 4, 15)

  • Enviaré contra ustedes el hambre y las bestias feroces, y ellas te privarán de tus hijos; pasarán por ti la peste y la sangre, y haré venir la espada contra ti. Yo, el Señor, he hablado. (Ezequiel 5, 17)

  • Haré venir a las naciones más feroces, para que se adueñen de sus casas; acabaré con la soberbia de los poderosos y serán profanados sus santuarios. (Ezequiel 7, 24)

  • Más aún, ellas mandaron llamar por medio de un mensajero a hombres que debían venir de lejos. Así llegaron aquellos para los que tú te bañaste, te pintaste los ojos y te adornaste con joyas. (Ezequiel 23, 40)

  • Hijo de hombre, habla a la gente de tu pueblo. Tú les dirás: Si yo hago venir la espada contra un país, la gente de ese país toma a uno de sus hombres y lo pone como centinela; (Ezequiel 33, 2)

  • y cuando este ve venir la espada sobre el país, toca la trompeta para advertir al pueblo. (Ezequiel 33, 3)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina