Encontrados 268 resultados para: batalla de Jonatán

  • Entre tanto, Jonatán pidió al rey Demetrio que retirara las guarniciones de la Ciudadela de Jerusalén y de las plazas fuertes, porque hostigaban continuamente a Israel. (I Macabeos 11, 41)

  • Demetrio mandó decir a Jonatán: "No sólo haré por ti y por tu nación lo que me pides, sino que te colmaré de honores a ti y a tu nación apenas se me presente la ocasión favorable. (I Macabeos 11, 42)

  • Jonatán le envió a Antioquía tres mil soldados aguerridos, y cuando se presentaron al rey, este se alegró de su llegada. (I Macabeos 11, 44)

  • Pero luego faltó a sus promesas y se distanció de Jonatán, no correspondiendo a los servicios que le había prestado y ocasionándole grandes sufrimientos. (I Macabeos 11, 53)

  • Entonces el joven Antíoco escribió a Jonatán, en estos términos: "Te confirmo en el sumo sacerdocio, te pongo al frente de los cuatro distritos y quiero que te cuentes entre los Amigos del rey". (I Macabeos 11, 57)

  • Jonatán salió a hacer un recorrido por la región y las ciudades de este lado del Éufrates, donde se le incorporaron todas las tropas sirias como aliados de guerra. Cuando llegó a Ascalón, sus habitantes salieron a recibirlo con muchos honores. (I Macabeos 11, 60)

  • Los habitantes de Gaza fueron a pedirle clemencia y Jonatán hizo las paces con ellos, pero tomó como rehenes a los hijos de los jefes y los envió a Jerusalén. Luego atravesó el país en dirección a Damasco. (I Macabeos 11, 62)

  • Jonatán se enteró de que los generales de Demetrio se encontraban cerca de Quedes de Galilea con un ejército numeroso, para hacerlo desistir de su proyecto. (I Macabeos 11, 63)

  • Jonatán y su ejército acamparon junto al algo de Genesaret y, muy de madrugada, llegaron a la llanura de Asor. (I Macabeos 11, 67)

  • Los hombres de Jonatán huyeron y no quedó ni uno solo, a excepción de Matatías, hijo de Absalón, y de Judas, hijo de Calfí, generales del ejército. (I Macabeos 11, 70)

  • Jonatán rasgó sus vestiduras, se cubrió de polvo la cabeza y oró. (I Macabeos 11, 71)

  • Al ver esto, los hombres de Jonatán que huían se unieron de nuevo a él, persiguieron juntos al enemigo hasta su campamento en Quedes, y acamparon allí. (I Macabeos 11, 73)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina