Encontrados 746 resultados para: faraón de Egipto

  • Entonces el Faraón dio esta orden a su pueblo: "Arrojen al Nilo a todos los varones recién nacidos, pero dejen con vida a las niñas". (Exodo 1, 22)

  • La hija del Faraón bajó al Nilo para bañarse, mientras sus doncellas se paseaban por la ribera. Al ver la cesta en medio de los juncos, mandó a su esclava que fuera a recogerla. (Exodo 2, 5)

  • Entonces la hermana del niño dijo a la hija del Faraón: "¿Quieres que vaya a buscarte entre las hebreas una nodriza para que te lo críe?". (Exodo 2, 7)

  • "Sí", le respondió la hija del Faraón. La jovencita fue a llamar a la madre del niño, (Exodo 2, 8)

  • y la hija del Faraón le dijo: "Llévate a este niño y críamelo; yo te lo voy a retribuir". La mujer lo tomó consigo y lo crió; (Exodo 2, 9)

  • y cuando el niño creció, lo entregó a la hija del Faraón, que lo trató como a un hijo y le puso el nombre de Moisés, diciendo: "Sí, yo lo saqué de las aguas". (Exodo 2, 10)

  • En efecto, el Faraón se enteró de lo sucedido, y buscó a Moisés para matarlo. Pero este huyó del Faraón, y llegó al país de Madián. Allí se sentó junto a un pozo. (Exodo 2, 15)

  • Pasó mucho tiempo y, mientras tanto, murió el rey de Egipto. Los israelitas, que gemían en la esclavitud, hicieron oír su clamor, y ese clamor llegó hasta Dios, desde el fondo de su esclavitud. (Exodo 2, 23)

  • El Señor dijo: "Yo he visto la opresión de mi pueblo, que está en Egipto, y he oído los gritos de dolor, provocados por sus capataces. Sí, conozco muy bien sus sufrimientos. (Exodo 3, 7)

  • Ahora ve, yo te envío al Faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los israelitas". (Exodo 3, 10)

  • Pero Moisés dijo a Dios: "¿Quién soy yo para presentarme ante el Faraón y hacer salir de Egipto a los israelitas?". (Exodo 3, 11)

  • "Yo estaré contigo, le dijo Dios, y esta es la señal de que soy yo el que te envía: después que hagas salir de Egipto al pueblo, ustedes darán culto a Dios en esta montaña". (Exodo 3, 12)


“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina