Encontrados 382 resultados para: hija de Absalón

  • Mardoqueo había criado a Hadasá -es decir, a Ester- hija de un tío suyo, que había quedado huérfana de padre y madre. La joven era muy hermosa y atractiva, y a la muerte de sus padres, Mardoqueo la había adoptado como hija. (Ester 2, 7)

  • Cuando le tocó el turno a Ester, hija de Abijáil -que era tío de Mardoqueo, su padre adoptivo- ella no pidió nada fuera de lo que le indicó Hegué, el eunuco del rey encargado de las mujeres. Ester se ganaba la simpatía de todos los que la veían. (Ester 2, 15)

  • La reina Ester, hija de Abijáil, y Mardoqueo, el judío, escribieron urgiendo el cumplimiento de esta segunda carta relativa a los "Purím". (Ester 9, 29)

  • Salmo de David. Cuando huía de su hijo Absalón. (Salmos 3, 1)

  • para que pueda proclamar tus alabanzas y alegrarme por tu victoria en las puertas de la hija de Sión. (Salmos 9, 15)

  • una hija de reyes está de pie a tu derecha: es la reina, adornada con tus joyas y con oro de Ofir. (Salmos 45, 10)

  • ¡Escucha, hija mía, mira y presta atención! Olvida tu pueblo y tu casa paterna, (Salmos 45, 11)

  • Poco tiempo después, Jonatán y su hermano Simón se enteraron de que los jambritas celebraban una gran boda y traían de Nabatá, con mucha pompa, a la novia, hija de uno de los grandes magnates de Canaán. (I Macabeos 9, 37)

  • Establezcamos ahora vínculos de amistad entre nosotros: dame a tu hija por esposa, y yo seré tu yerno, y a ti y a ella les haré regalos dignos de ti". (I Macabeos 10, 54)

  • Tolomeo partió de Egipto con su hija Cleopatra y llegó a Tolemaida, el año ciento sesenta y dos. (I Macabeos 10, 57)

  • El rey Alejandro fue a su encuentro, y Tolomeo le entregó a su hija Cleopatra, celebrándose la boda en Tolemaida con la magnificencia propia de los reyes. (I Macabeos 10, 58)

  • A tal efecto, Tolomeo mandó una embajada al rey Demetrio, con este mensaje: "Hagamos una alianza entre nosotros. Yo te daré a mi hija, la que ahora tiene Alejandro, y tú serás rey en el reino de tu padre. (I Macabeos 11, 9)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina