Encontrados 470 resultados para: justicia divina

  • Simón Pedro, servidor y Apóstol de Jesucristo, saluda a todos aquellos que, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, han recibido una fe tan preciosa como la nuestra. (II Pedro 1, 1)

  • Gracias a ella, se nos han concedido las más grandes y valiosas promesas, a fin de que ustedes lleguen a participar de la naturaleza divina, sustrayéndose a la corrupción que reina en el mundo a causa de los malos deseos. (II Pedro 1, 4)

  • Tampoco perdonó al mundo antiguo, sino que desencadenó el diluvio sobre una tierra poblada de impíos, preservando sólo a ocho personas, entre ellas a Noé, el heraldo de la justicia. (II Pedro 2, 5)

  • Más le hubiera valido no conocer el camino de la justicia que, después de haberlo conocido, apartarse del santo mandamiento que le fue transmitido. (II Pedro 2, 21)

  • Pero nosotros, de acuerdo con la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva donde habitará la justicia. (II Pedro 3, 13)

  • Si ustedes saben que él es justo, sepan también que todo el que practica la justicia ha nacido de él. (I Juan 2, 29)

  • Hijos míos, que nadie los engañe: el que practica la justicia es justo, como él mismo es justo. (I Juan 3, 7)

  • Los hijos de Dios y los hijos del demonio se manifiestan en esto: el que no practica la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no ama a su hermano. (I Juan 3, 10)

  • Ellas clamaban a voz en cuello: «¿Hasta cuándo, Señor santo y verdadero, tardarás en hacer justicia y en vengar nuestra sangre sobre los habitantes de la tierra?». (Apocalipsis 6, 10)

  • Sólo tú eres santo, y todas las naciones vendrán a adorarte, porque se ha manifestado la justicia de tus actos». (Apocalipsis 15, 4)

  • Y oí al Ángel de las aguas que decía: «Tú, el que es y el que era, el Santo, obras con justicia al castigarlos así: (Apocalipsis 16, 5)

  • «Que se alegre el cielo a causa de su ruina, y alégrense ustedes, los santos, los apóstoles y los profetas, porque al condenarla, Dios les ha hecho justicia». (Apocalipsis 18, 20)


“Invoquemos sempre o auxílio de Nossa Senhora.” São Padre Pio de Pietrelcina