Encontrados 59 resultados para: malos

  • Una canasta tenía higos muy buenos, como brevas; la otra tenía higos muy malos, tan malos que no se los podía comer. (Jeremías 24, 2)

  • El Señor me dijo: "¿Qué ves, Jeremías?". "Higos, respondí; los higos buenos son muy buenos; los higos malos son muy malos, tan malos que no se los puede comer". (Jeremías 24, 3)

  • Pero como a esos higos malos, que de tan malos no se los puede comer -sí, así habla el Señor- de esa misma manera, trataré a Sedecías, rey de Judá, a sus príncipes y al resto de Jerusalén, tanto a los que han quedado en este país como a los que habitan en el país de Egipto. (Jeremías 24, 8)

  • así habla el Señor de los ejércitos: Yo enviaré contra ellos la espada, el hambre y la peste; los haré semejantes a higos en mal estado, que de tan malos no se pueden comer; (Jeremías 29, 17)

  • Él me dijo: Hijo de hombre, estos son los que hacen planes perversos y dan malos consejos en esta ciudad. (Ezequiel 11, 2)

  • No sean como sus padres, a quienes los antiguos profetas interpelaron, diciendo: Así habla el Señor de los ejércitos: Vuelvan de sus malos caminos y de sus malas acciones. Pero ellos no escucharon, ni me prestaron atención -oráculo del Señor-. (Zacarías 1, 4)

  • así serán hijos del Padre que está en el cielo, porque él hace salir su sol sobre malos y buenos y hace caer la lluvia sobre justos e injustos. (Mateo 5, 45)

  • Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre de ustedes que está en el cielo dará cosas buenas a aquellos que se las pidan! (Mateo 7, 11)

  • Así, todo árbol bueno produce frutos buenos y todo árbol malo produce frutos malos. (Mateo 7, 17)

  • Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo, producir frutos buenos. (Mateo 7, 18)

  • Raza de víboras, ¿cómo pueden ustedes decir cosas buenas, siendo malos? Porque la boca habla de la abundancia del corazón. (Mateo 12, 34)

  • Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y separarán a los malos de entre los justos, (Mateo 13, 49)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina