Encontrados 679 resultados para: mano

  • si bien es cierto que el Altísimo no habita en casas hechas por la mano del hombre. Así lo dice el Pro feta: (Hechos 7, 48)

  • Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Lo tomaron de la mano y lo llevaron a Damasco. (Hechos 9, 8)

  • Él la tomó de la mano y la hizo levantar. Llamó entonces a los hermanos y a las viudas, y se la devolvió con vida. (Hechos 9, 41)

  • La mano del Señor los acompañaba y muchos creyeron y se convirtieron. (Hechos 11, 21)

  • Pedro les hizo señas con la mano para que se callaran, y les relató cómo el Señor lo había sacado de la cárcel, añadiendo: «Hagan saber esto a Santiago y a los hermanos». Y saliendo de allí, se fue a otro lugar. (Hechos 12, 17)

  • Ahora la mano del Señor va a caer sobre ti: quedarás ciego y privado por un tiempo de la luz del sol». En ese mismo momento, se vio envuelto en oscuridad y tinieblas, y andaba a tientas buscando a alguien que le tendiera la mano. (Hechos 13, 11)

  • Yo estoy contigo. Nadie pondrá la mano sobre ti para dañarte, porque en esta ciudad hay un pueblo numeroso que me está reservado». (Hechos 18, 10)

  • Pero ahora ustedes mismos ven y oyen que no solamente en Éfeso, sino también en casi toda la provincia de Asia, ese Pablo ha conquistado y seducido a mucha gente, pretendiendo que los dioses fabricados por mano de hombre no son dioses. (Hechos 19, 26)

  • Entonces hicieron salir de entre la multitud a Alejandro, a quien los judíos empujaban hacia adelante. Este, pidiendo silencio con la mano, quería dar una explicación a la asamblea. (Hechos 19, 33)

  • El tribuno se lo permitió, y Pablo, de pie sobre la escalinata, hizo una señal al pueblo con la mano. Se produjo un gran silencio, y Pablo comenzó a hablarles en hebreo. (Hechos 21, 40)

  • Pero como yo no podía ver, a causa del resplandor de esa luz, los que me acompañaban me llevaron de la mano hasta Damasco. (Hechos 22, 11)

  • El tribuno, tomándolo de la mano, lo llevó aparte y le preguntó: «¿Qué tienes que comunicarme?». (Hechos 23, 19)


“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina