Encontrados 87 resultados para: mensajeros

  • que envías emisarios por mar, en canoas de junco, sobre las aguas! Vayan, mensajeros veloces, a una nación esbelta, de tez bronceada, a un pueblo temible de cerca y de lejos, a una nación vigorosa y dominadora, cuyo país está surcado de ríos. (Isaías 18, 2)

  • Aunque sus jefes estén en Soán y sus mensajeros hayan llegado a Janés, (Isaías 30, 4)

  • La gente de Ariel grita por las calles, los mensajeros de paz lloran amargamente. (Isaías 33, 7)

  • al recibir esta noticia acerca de Tirjacá, rey de Cus: "Se ha puesto en campaña para combatirte". Al oír esto, Senaquerib envió mensajeros a Ezequías para decirle: (Isaías 37, 9)

  • Ezequías tomó la carta de manos de los mensajeros y la leyó. Después subió a la Casa del Señor, la desplegó delante del Señor (Isaías 37, 14)

  • Yo confirmo la palabra de mis servidores y cumplo el designio de mis mensajeros. Yo digo de Jerusalén: "¡Que sea habitada!", y de las ciudades de Judá: "¡Que sean reconstruidas!", y yo restauraré sus ruinas. (Isaías 44, 26)

  • Corres hacia Mélec con el aceite, prodigas tus perfumes; envías muy lejos a tus mensajeros, los haces descender hasta el Abismo. (Isaías 57, 9)

  • Luego enviarás un mensaje al rey de Edóm, al rey de Moab, al rey de los amonitas, al rey de Tiro y al rey de Sidón, por medio de los mensajeros que vinieron a Jerusalén para ver a Sedecías, rey de Judá. (Jeremías 27, 3)

  • Pero el príncipe se rebeló contra el rey, enviando mensajeros a Egipto a fin de obtener caballos y un ejército numeroso. Ahora bien, ¿prosperará el que ha hecho esto? El que violó el pacto, ¿escapará con vida? (Ezequiel 17, 15)

  • Apenas los vio, se enamoró perdidamente de ellos y les envió mensajeros a Caldea. (Ezequiel 23, 16)

  • Aquel día, mensajeros enviados por mí partirán en barco, para dar la alarma en Cus, que vive confiada. Ellos se estremecerán de espanto en el día de Egipto, que ya está por llegar. (Ezequiel 30, 9)

  • Cuando Efraím vio su enfermedad y Judá su llaga, Efraím acudió a Asiria y Judá envió mensajeros al gran rey. Pero él no puede sanarlos ni curarlos de la llaga. (Oseas 5, 13)


“A mansidão reprime a ira.” São Padre Pio de Pietrelcina