Encontrados 380 resultados para: paz

  • ¡que el Señor me castigue una y otra vez! Y en caso de que mi padre quiera hacerte algún mal, te avisaré también y te dejaré partir. Así podrás irte en paz, y que el Señor esté contigo como lo estuvo con mi padre. (I Samuel 20, 13)

  • Entonces Jonatán dijo a David: "Vete en paz, ya que los dos nos hemos hecho un juramento en nombre del Señor, diciendo: ‘Que el Señor esté entre tú y yo, entre mi descendencia y la tuya para siempre’". (I Samuel 20, 42)

  • Díganle: ‘¡Salud! ¡Paz para ti, paz para tu casa y para todos tus bienes! (I Samuel 25, 6)

  • Luego David tomó lo que la mujer le había traído y le dijo: "Sube a tu casa en paz. He escuchado tu demanda y la tendré en cuenta". (I Samuel 25, 35)

  • Por eso, vuélvete en paz, y así no harás nada que desagrade a los príncipes de los filisteos". (I Samuel 29, 7)

  • Isbaal no fue capaz de responder a Abner ni una sola palabra, porque le tenía miedo. (II Samuel 3, 11)

  • Abner dijo a David: "Ahora mismo iré a reunir a todo Israel ante el rey, mi señor. Ellos harán un pacto contigo, y tú reinarás conforme a tus deseos". David despidió a Abner, y él se fue en paz. (II Samuel 3, 21)

  • Poco después, los servidores de David llegaron con Joab de una incursión, trayendo un gran botín. Abner ya no estaba con David en Hebrón, porque este lo había despedido y él se había ido en paz. (II Samuel 3, 22)

  • Apenas llegó Joab con toda la tropa que lo acompañaba, fueron a decirle: "Abner, hijo de Ner, vino a ver al rey y este lo dejó partir en paz". (II Samuel 3, 23)

  • Cuando David se estableció en su casa y el Señor le dio paz, librándolo de todos sus enemigos de alrededor, (II Samuel 7, 1)

  • desde el día en que establecí Jueces sobre mi pueblo Israel. Yo te he dado paz, librándote de todos tus enemigos. Y el Señor te ha anunciado que él mismo te hará una casa. (II Samuel 7, 11)

  • Al séptimo día, el niño murió. Los servidores de David no se atrevían a darle la noticia, porque se decían: "Si cuando el niño estaba vivo le hablábamos y no nos escuchaba, ¿cómo le vamos a decir que el niño está muerto? ¡Es capaz de hacer un disparate!". (II Samuel 12, 18)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina