Encontrados 340 resultados para: profeta elías

  • Cuando cruzaban, Elías dijo a Eliseo: "Pide lo que quieres que haga por ti antes de que sea separado de tu lado". Eliseo respondió: "¡Ah, si pudiera recibir las dos terceras partes de tu espíritu!". (II Reyes 2, 9)

  • "¡No es nada fácil lo que pides!, dijo Elías; si me ves cuando yo sea separado de tu lado, lo obtendrás; de lo contrario, no será así". (II Reyes 2, 10)

  • Y mientras iban conversando por el camino, un carro de fuego, con caballos también de fuego, los separó a uno del otro, y Elías subió al cielo en el torbellino. (II Reyes 2, 11)

  • Luego recogió el manto que se le había caído a Elías de encima, se volvió y se detuvo al borde del Jordán. (II Reyes 2, 13)

  • Después, con el manto que se le había caído a Elías, golpeó las aguas, pero estas no se dividieron. Entonces dijo: "¿Dónde está el Señor, el Dios de Elías?". El golpeó otra vez las aguas; estas se dividieron hacia uno y otro lado, y Eliseo cruzó. (II Reyes 2, 14)

  • El grupo de profetas de Jericó, que lo habían visto de enfrente, dijeron: "¡El espíritu de Elías se ha posado sobre Eliseo!". En seguida fueron a su encuentro, se postraron hasta el suelo delante de él, (II Reyes 2, 15)

  • Josafat, por su parte, preguntó: "¿No hay aquí un profeta del Señor, para que podamos consultar al Señor?". Uno de los servidores del rey de Israel tomó la palabra y dijo: "Aquí está Eliseo, hijo de Safat, el que derramaba agua sobre las manos de Elías". (II Reyes 3, 11)

  • Ella dijo entonces a su patrona: "¡Ojalá mi señor se presentara ante el profeta que está en Samaría! Seguramente, él lo libraría de su enfermedad". (II Reyes 5, 3)

  • Cuando Eliseo, el hombre de Dios, oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestiduras, mandó a decir al rey: "¿Por qué has rasgado tus vestiduras? Que él venga a mí y sabrá que hay un profeta en Israel". (II Reyes 5, 8)

  • Pero sus servidores se acercaron para decirle: "Padre, si el profeta te hubiera mandado una cosa extraordinaria ¿no la habrías hecho? ¡Cuánto más si él te dice simplemente: Báñate y quedarás limpio!". (II Reyes 5, 13)

  • Pero uno de los oficiales le respondió: "No, majestad; Eliseo, el profeta de Israel, es el que comunica al rey de Israel las palabras que tú pronuncias aun en tu dormitorio". (II Reyes 6, 12)

  • El profeta Eliseo llamó a uno de la comunidad de profetas y le dijo: "Ajústate el cinturón, toma contigo este frasco de aceite y ve a Ramot de Galaad. (II Reyes 9, 1)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina