Encontrados 419 resultados para: sacerdotes

  • Hizo el atrio de los sacerdotes, y la gran explanada con sus puertas, a las que recubrió de bronce. (II Crónicas 4, 9)

  • y la subieron con la Carpa del Encuentro y con todos los objetos sagrados que había en la Carpa. Los que trasladaron todo eso fueron los sacerdotes levíticos. (II Crónicas 5, 5)

  • Los sacerdotes introdujeron el Arca de la Alianza del Señor en su sitio, en el lugar santísimo de la Casa -el Santo de los santos- bajo las alas de los querubines. (II Crónicas 5, 7)

  • Mientras los sacerdotes salían del Santo -porque todos los sacerdotes que se hallaban presentes se habían santificado, sin distinción de clases- (II Crónicas 5, 11)

  • los levitas cantores en pleno -Asaf, Hemán y Iedutún, con sus hijos y sus hermanos- vestidos de lino fino, estaban de pie al oriente del altar, con címbalos, arpas y cítaras. Junto a ellos había ciento veinte sacerdotes que tocaban las trompetas. (II Crónicas 5, 12)

  • de manera que los sacerdotes no pudieron continuar sus servicios a causa de la nube, porque la gloria del Señor llenaba la Casa de Dios. (II Crónicas 5, 14)

  • Y ahora, ¡levántate, Señor Dios, entra en el lugar de tu Reposo, tú y tu Arca poderosa! ¡Que tus sacerdotes se revistan de la salvación y tus fieles gocen de felicidad! (II Crónicas 6, 41)

  • y los sacerdotes no podían entrar en ella, porque la gloria del Señor llenaba la Casa del Señor. (II Crónicas 7, 2)

  • Los sacerdotes ocupaban sus puestos, y los levitas tocaban los instrumentos musicales que había hecho el rey David para celebrar al Señor, "porque es eterno su amor". Mientras el mismo David alababa a Dios por medio de ellos, los sacerdotes tocaban las trompetas en el lado opuesto y todo el pueblo permanecía de pie. (II Crónicas 7, 6)

  • Además, conforme a las disposiciones de su padre David, asignó a las clases sacerdotales sus respectivas funciones; estableció en sus cargos a los levitas, para cantar alabanzas y oficiar en presencia de los sacerdotes, según el rito de cada día; y a los porteros, según sus clases, los encargó de cada una de las puertas, porque así lo había mandado David, el hombre de Dios. (II Crónicas 8, 14)

  • Ellos no se apartaron en nada de lo mandado por el rey en lo referente a los sacerdotes y a los levitas, ni tampoco en lo concerniente a los tesoros. (II Crónicas 8, 15)

  • Los sacerdotes y levitas de todo Israel acudían desde sus territorios para plegarse a Roboám. (II Crónicas 11, 13)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina