Encontrados 419 resultados para: sacerdotes

  • Pero los que hacían la mezcla de los perfumes aromáticos eran sacerdotes. (I Crónicas 9, 30)

  • David dijo a toda la asamblea de Israel: "Si a ustedes les parece bien y si el Señor, nuestro Dios, así lo decide, enviaremos mensajeros a nuestros hermanos que han quedado en todas las regiones de Israel y, además, a los sacerdotes y levitas en sus ciudades y poblados, a fin de que se reúnan con nosotros. (I Crónicas 13, 2)

  • Después David llamó a los sacerdotes Sadoc y Abiatar, y a los levitas Uriel, Asaías, Joel, Semaías, Eliel y Aminadab, (I Crónicas 15, 11)

  • Entonces los sacerdotes y levitas se santificaron para subir el Arca del Señor, el Dios de Israel. (I Crónicas 15, 14)

  • Los sacerdotes Sebanías, Josafat, Natanael, Amasai, Zacarías, Benaías y Eliezer, tocaban las trompetas delante del Arca de Dios. Obededóm y Iejías eran porteros del Arca. (I Crónicas 15, 24)

  • Los sacerdotes Benaías y Iajaziel tocaban ininterrumpidamente las trompetas delante del Arca de la Alianza de Dios. (I Crónicas 16, 6)

  • Al sacerdote Sadoc y a sus hermanos, los sacerdotes, los puso delante de la Morada del Señor, en el lugar alto de Gabaón, (I Crónicas 16, 39)

  • Sadoc, hijo de Ajitub, y Ajimélec, hijo de Abiatar, eran sacerdotes; Sausá, el secretario; (I Crónicas 18, 16)

  • Reunió a todos los jefes de Israel, a los sacerdotes y a los levitas, (I Crónicas 23, 2)

  • para las clases de los sacerdotes y de los levitas, para la manera de ejercer el servicio de la Casa del Señor y para los utensilios destinados al culto de la Casa del Señor. (I Crónicas 28, 13)

  • Aquí están las clases de los sacerdotes y levitas para todo el servicio de la Casa de Dios. En todo este trabajo contarás con la ayuda de obreros adiestrados para cualquier tipo de tareas. También los jefes y todo el pueblo estarán a tus órdenes". (I Crónicas 28, 21)

  • También hizo diez recipientes para el agua; los colocó cinco a la derecha y cinco a la izquierda, para las abluciones; en ellos se lavaba lo que servía para el holocausto, pero los sacerdotes hacían su abluciones en el Mar de bronce. (II Crónicas 4, 6)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina