Encontrados 233 resultados para: trabajo en madera

  • Él hizo que la plata y el oro fueran en Jerusalén tan comunes como las piedras, y la madera de cedro tan abundante como los sicomoros de la Sefelá. (II Crónicas 1, 15)

  • Envíame también madera de cedro, de ciprés y de sándalo del Líbano, porque sé que tus servidores saben talar los árboles del Líbano. Mis servidores trabajarán con los tuyos (II Crónicas 2, 7)

  • para prepararme madera en abundancia, porque la Casa que quiero construir será grande y digna de admiración. (II Crónicas 2, 8)

  • Yo daré a los que corten la madera veinte mil cargas de trigo y otras tantas de cebada, veinte mil barriles de vino y otros tantos de aceite: todo esto para el mantenimiento de tus servidores". (II Crónicas 2, 9)

  • hijo de una mujer danita, cuyo padre era de Tiro. Él sabe trabajar el oro, la plata, el bronce, el hierro, las piedras preciosas, la madera, la púrpura escarlata, la púrpura violeta, el lino fino y el carmesí. También sabe hacer toda clase de esculturas y ejecutar cualquier obra que se le proponga, junto con tus artesanos y los de tu padre David, mi señor. (II Crónicas 2, 13)

  • nosotros cortaremos toda la madera del Líbano que necesites y te la llevaremos en balsas, por mar, hasta Jope; y luego tú mandarás que la suban a Jerusalén". (II Crónicas 2, 15)

  • A la nave central la revistió de madera de ciprés y luego la recubrió de oro fino, sobre el que hizo representar palmeras y guirnaldas. (II Crónicas 3, 5)

  • Jurám hizo las ollas, las palas y los aspersorios. Así terminó el trabajo que debía hacer para el rey Salomón en la Casa de Dios: (II Crónicas 4, 11)

  • Así fue terminado todo el trabajo que hizo el rey Salomón para la Casa del Señor. Salomón llevó todas las ofrendas que había consagrado su padre David: la plata, el oro y los demás utensilios, y los depositó en los tesoros de la Casa de Dios. (II Crónicas 5, 1)

  • Los servidores de Jirám y de Salomón, que habían traído el oro de Ofir, trajeron también madera de sándalo y piedras preciosas. (II Crónicas 9, 10)

  • Con la madera de sándalo, el rey hizo unos tablados para la Casa del Señor y para la casa del rey, y también cítaras y arpas para los músicos. Nunca se había visto nada semejante en el país de Judá. (II Crónicas 9, 11)

  • El rey hizo que la plata fuera en Jerusalén tan común como las piedras, y que la madera de cedro fuera tan abundante como los sicomoros de la Sefelá. (II Crónicas 9, 27)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina