Encontrados 3505 resultados para: �Cómo

  • José recolectó grano como la arena del mar, una enormidad, hasta tener que desistir de contar porque era innumerable. (Génesis 41, 49)

  • y empezaron a llegar los siete años de hambre como había predicho José. Hubo hambre en todas las regiones; pero en todo Egipto había pan. (Génesis 41, 54)

  • Ahora bien, cuando estaban vaciando sus talegas, he aquí que cada uno tenía su dinero en la talega, y tanto ellos como su padre, al ver las bolsas, sintieron miedo. (Génesis 42, 35)

  • El hombre hizo como le había dicho José, y llevó a los hombres a casa de José. (Génesis 43, 17)

  • Dijo: «Sea así como decís: aquel a quien se le encuentre, será mi esclavo; pero los demás quedaréis disculpados.» (Génesis 44, 10)

  • José les dijo: «¿Qué habéis hecho? ¡ ignorabais que uno como yo tenía que adivinarlo sin falta?» (Génesis 44, 15)

  • Judá dijo: «¿Qué vamos a decir al señor, qué vamos a hablar, qué excusa vamos a dar? Dios ha hallado culpables a sus siervos, y henos aquí como esclavos de nuestro señor, tanto nosotros como aquel en cuyo poder ha aparecido la copa.» (Génesis 44, 16)

  • Entonces se le acercó Judá y le dijo: «Con permiso, señor, tu siervo va a pronunciar una palabra a los oídos de mi señor, y que no se encienda tu ira contra tu siervo, pues tú eres como el mismo Faraón. (Génesis 44, 18)

  • Ahora, pues, cuando yo llegue a donde mi padre, tu siervo, y el muchacho no esté con nosotros, tienendo como tiene el alma tan apegada a la suya, (Génesis 44, 30)

  • Ahora, pues, que se quede tu siervo en vez del muchacho como esclavo de mi señor, y suba el muchacho con sus hermanos. (Génesis 44, 33)

  • Porque ¿cómo subo yo ahora a mi padre sin el muchacho conmigo? ¡No quiero ni ver la aflicción en que caerá mi padre!» (Génesis 44, 34)

  • Jacob partió de Ber6seba y los hijos de Israel montaron a su padre Jacob, así como a sus pequeños y mujeres, en las carretas que había mandado Faraón para trasportarle. (Génesis 46, 5)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina