Encontrados 362 resultados para: Agua

  • Si el que tiene flujo escupe sobre un hombre puro, éste lavará sus vestidos, se bañará en agua y quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 8)

  • Quien toque un objeto que haya estado debajo de él quedará impuro hasta la tarde. Y el que los lleve lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 10)

  • Todo aquel a quien toque el que padece flujo sin haberse lavado las manos con agua lavará sus vestidos, se bañará en agua y quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 11)

  • Toda vasija de barro tocada por el que padece flujo será rota, y todo utensilio de madera será lavado con agua. (Levítico 15, 12)

  • Si el que padece flujo sana de él, se contarán siete días para su purificaión; después lavará sus vestidos, se bañará en agua viva y quedará puro. (Levítico 15, 13)

  • El hombre que tenga derrame seminal lavará con agua todo su cuerpo y quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 16)

  • Toda ropa y todo cuero sobre los cuales se haya derramado el semen serán lavados con agua y quedarán impuros hasta la tarde. (Levítico 15, 17)

  • Cuando una mujer se acueste con un hombre, produciéndose efusión de semen, se bañarán ambos con agua y quedarán impuros hasta la tarde. (Levítico 15, 18)

  • Quien toque su lecho lavará los vestidos, se bañará en agua y permanecerá impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 21)

  • Quien toque un mueble cualquiera sobre el que ella se haya sentado lavará sus vestidos, se bañará en agua y será impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 22)

  • Quien los toque quedará impuro y lavará sus vestidos, se bañará en agua u quedará impuro hasta la tarde. (Levítico 15, 27)

  • Se vestirá con la túnica sagrada de lino, se pondrá los calzones de lino, se ceñirá la faja de lino y se cubrirá con la tiara de lino. Estas son las vestiduras sagradas que vestirás después de haberse lavado con agua. (Levítico 16, 4)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina