Encontrados 175 resultados para: Muerto

  • El rey le dijo: «¿Qué te pasa?» Y ella contestó: «¡Ay de mí! Soy una mujer viuda. Mi marido ha muerto. (II Samuel 14, 5)

  • Abisay, hijo de Sarvia, dijo al rey: «¿Por qué ha de maldecir este perro muerto a mi señor el rey? Voy ahora mismo y le corto la cabeza.» (II Samuel 16, 9)

  • Pero Joab le dijo; «No serás tú hombre que dé buenas noticias hoy. Otro día las darás; hoy no las darás porque el hijo del rey ha muerto.» (II Samuel 18, 20)

  • Entonces el rey se estremeció. Subió a la estancia que había encima de la puerta y rompió a llorar. Decia entre sollozos: «¡Hijo mío, Absalón; hijo mío, hijo mío, Absalón! ¡Quién me diera haber muerto en tu lugar, Absalón, hijo mío, hijo mío!» (II Samuel 19, 1)

  • porque amas a los que te aborrecen y aborreces a los que te aman; hoy has demostrado que nada te importan tus jefes ni tus soldados; ahora estoy comprendiendo que si Absalón viviera y todos nosotros hubiéramos muerto hoy, te habría parecido bien. (II Samuel 19, 7)

  • Pero Absalón, a quien ungimos por rey nuestro, ha muerto en la batalla. Así pues, ¿por qué estáis sin hacer nada para traer al rey?» (II Samuel 19, 11)

  • Se levantó ella durante la noche y tomó a mi hijo de mi lado, mientras tu sierva dormía, y lo acostó en su regazo, y a su hijo muerto lo acostó en mi regazo. (I Reyes 3, 20)

  • Cuando me levanté por la mañana para dar de mamar a mi hijo, lo hallé muerto; pero fijándome en él por la mañana vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz.» (I Reyes 3, 21)

  • La otra mujer dijo: «No, todo lo contrario, mi hijo es el vivo y tu hijo es el muerto.» Pero la otra replicó: «No; tu hijo es el muerto y mi hijo es el vivo.» Y discutían delante del rey. (I Reyes 3, 22)

  • Dijo el rey: «Esta dice: "Mi hijo es éste, el vivo, y tu hijo es el muerto." Pero la otra dice: "No, tu hijo es el muerto, y mi hijo es el vivo." (I Reyes 3, 23)

  • Oyó Hadad en Egipto que David se había acostado con sus padres y que había muerto Joab, jefe del ejército, y dijo Hadad a Faraón: «Déjame partir para ir a mi tierra.» (I Reyes 11, 21)

  • La mujer de Jeroboam se levantó, se fue y entró en Tirsá; y cuando ella entraba en el umbral de su casa, había muerto el niño. (I Reyes 14, 17)


“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina