Encontrados 156 resultados para: casas

  • azorados vendrán de Egipto, como un pájaro, como paloma desde el país de Asiria; y yo les asentaré en sus casas - oráculo de Yahveh -. (Oseas 11, 11)

  • Sobre la ciudad se precipitan, corren por la muralla, hasta las casas suben, a través de las ventanas entran como ladrones. (Joel 2, 9)

  • Sacudiré la casa de invierno con la casa de verano, se acabarán las casas de marfil, y muchas casas desaparecerán, oráculo de Yahveh. (Amós 3, 15)

  • Pues bien, ya que vosotros pisoteáis al débil, y cobráis de él tributo de grano, casas de sillares habéis construido, pero no las habitaréis; viñas selectas habéis plantado, pero no beberéis su vino. (Amós 5, 11)

  • Codician campos y los roban, casas, y las usurpan; hacen violencia al hombre y a su casa, al individuo y a su heredad. (Miqueas 2, 2)

  • A las mujeres de mi pueblo expulsáis de las casas de sus delicias; de sobre sus niños arrancáis mi honor para siempre: (Miqueas 2, 9)

  • Será dada al saqueo su riqueza, sus casas a la devastación; casas contruyeron, mas no las habitarán, plantaron viñas, mas no beberán su vino. (Sofonías 1, 13)

  • Y será la liga del mar para el Resto de la casa de Judá: allí llevarán a pacer, en las casas de Ascalón reposarán a la tarde, cuando los visite Yahveh su Dios, y los vuelva de su cautiverio. (Sofonías 2, 7)

  • ¿Es acaso para vosotros el momento de habitar en vuestras casas artesonadas, mientras esta Casa está en ruinas? (Ageo 1, 4)

  • Yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Jerusalén. Será tomada la ciudad, las casas serán saqueadas y violadas las mujeres. La mitad de la ciudad partirá al cautiverio, pero el Resto del pueblo no será extirpado de la ciudad. (Zacarías 14, 2)

  • Y todo aquel que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o hacienda por mi nombre, recibirá el ciento por uno y heredará vida eterna. (Mateo 19, 29)

  • Si los despido en ayunas a sus casas, desfallecerán en el camino, y algunos de ellos han venido de lejos.» (Marcos 8, 3)


“É preciso amar, amar e nada mais”. São Padre Pio de Pietrelcina